lunes, 28 de julio de 2014

Skinny Bitch in Love

Ya había escuchado de esta serie de novelas, pero hasta ahora leí esta (in Love), ¡y la amé! No podía parar, estaba picadísima. Les prometo que me daban las 2 de la mañana leyendo… y entro a trabajar a las 8, osea que de verdad es un lujo que no me puedo dar muy seguido, pero bueno. Lo hice y lo disfruté. La autora es Kim Barnouin, quien me da la impresión de ser toda una skinny bitch herself.

Esta novela me gustó por tres cosas:

1)  GIRL POWER. A ver muchachos. Ustedes son proveedores en la relación, de eso no hay duda. En la Kabbalah se dice que el hombre es la luz y la mujer la vasija. Los hombres son como la jarra y nosotras el vaso. Para servir el agua, la jarra tiene que estar un poco más arriba, ¿cierto? He ahí que la admiración es tan importante. Peeeeero si creen que sólo pueden proveer dinero, están muy equivocados. Y este libro es una prueba de ello. Clementine Cooper lo último que quiere de Zach Jeffries es su dinero. Pero él necio que la quiere conquistar a billetazos… y ella necia que no se deja, entonces se dan cada agarrón, que bueeeeno. Lo mejor es que al final terminan teniendo una relación de pareja ¡pareja! porque, digamos, si la intención de ayudar a Clem (por parte de Zach) hubiera sido pura y limpia, pues OK, ella feliz la hubiera aceptado, como aceptó la de sus amigos, su hermana, sus papás… pero no era así. Él buscaba de cierta forma imponerse –o ponerse por arriba– basándose en el poder que le daba el dinero, y yo creo que una relación en la que cualquiera de los dos “le está haciendo el favor al otro”, está destinada a fracasar. No hay nada como andar con alguien a quien tú le aportas y viceversa, no que te “pobretea”, porque siendo realista, ¿cuánto le puede durar la lástima? Y del otro lado, ¿de cuándo acá la codependencia es algo bueno? Entonces, aunque Clem muere por Zach, nunca deja que la haga chiquita. Y no hablo de un feminismo tonto y de competencia, en donde minimizo al otro para crecerme yo, sino de una relación en la que ambos saben lo que valen y saben lo que le pueden aportar al otro. Se respetan a sí mismos y eso es lo que exigen, ¡así que bien ahí!

2)  LA COMIDA VEGETARIANA. OMG! Mencionan cada platillo, que se me hacía agua la boca. Aunque necesitaría probar porque una vez pedí no me acuerdo qué en una cocina vegetariana y casi vomito. Literal. Cada quien su panza y sus ideas, pero yo creo que todo en exceso es malo, tanto comer mucha carne como no comerla. Aquí, ya sé, los veggies me van a vetar, pero la neta yo sí creo que podemos comer de todo, simplemente no abusar. Para Clem, todo lo animal/lácteo es “crap”, por eso a su restaurante le pone “No Crap Café”, pero para mí la carne, el pollo, el pescado, el huevo, los lácteos, etc. son cero crap, ¡son una delicia! Y proteína. Así que bueno, yo estoy bien con mi régimen, aunque sí me gustaría probar los postres que prepara. Voy a investigar en el DF dónde los hacen, seguro hay un lugar.

3)  QUE LA VIDA ES UN SUBE Y BAJA, Y LO MÁS IMPORTANTE ES LA ACTITUD. A Clem le cambia la vida por una trastada que le hace una compañera del trabajo, pero en lugar de ponerse a llorar y lamerse las heridas por tiempo indefinido, se aplica y se levanta. Se pone las pilas cañón y hace realidad muchísimos planes que no había podido concretar por ser empleada de un restaurante. Aunque reconoce que lo que le pasó “no es de Dios” (jaja, amo esa expresión), no se victimiza y sigue adelante, lo cual me encanta. A mí me pasó algo parecido y sólo les puedo decir que, dos años después, a mi piedrita en el zapato le fue peor. Porque eso es lo bonito de la vida: al final, la verdad siempre sale. Así que si andamos fregando gente, ¡aguas!,  porque más temprano que tarde se nos regresará toda la m****@ que le hacemos a los demás. Karma is a bitch. Y todo lo que hacemos tiene consecuencias, así que hay que actuar mejor, con más conciencia, no como Rain o Eva. ¡Par de muchachas malvibrosas! But then again, we can’t judge. Caras vemos (y actos no entendemos), corazones no sabemos.

¡Ya quiero leer todos los demás! Ahora que vaya a Barnes & Noble, me voy a surtir :)

pd. ¿sabían que el corrector de iPhone completa la frase #Skinnybitch con sólo escribir #skinny? How cool is that!!

jueves, 24 de julio de 2014

Pánico 5 Bravo

Me encantó, me mantuvo al filo del asiento tooodo el tiempo. ¡Aplausos para Kuno Becker! Es su ópera prima y hace absolutamente todo: actúa, dirige, produce, escribe, edita, ¡es su bebé! No por nada le anda haciendo promoción en cuanto medio de comunicación se deja vistiendo una polo con el logo de la peli. Nada que criticar, creo que todos haríamos lo mismo. 

Las actuaciones son muy buenas, de todos. Del personaje de ‘Alex’ me gusta que es mexicano, pero cero habla con el acentote ni sale lavando baños, lo cual se agradece porque siento que es una forma de dignificarnos. ¡Ya chole que siempre seamos los nacos de la película!

La sorpresa fue Sofía Sisniega, la gossip girl mexicana, ¡no la ubiqué con el cabello castaño! Se ve más normalita… Como que siempre las rubias llaman más la atención, ¿no? SPOILER ALERT La escena de la violación, aunque no se ve nada, se me hizo t-e-r-r-i-b-l-e, demasiado impresionante. Creo que ese día tuve pesadillas en la noche.

La doctora Bobbi (interpretada por Papile Aurora), pppfff, ¡la odié! Mugre vieja, doble cara, maldita, sangre fría y traidora, pero nuevamente, no podemos juzgar. Al final del día, no sabemos lo que nosotros haríamos si estuviéramos en sus zapatos.

El que me da lástima es Richard (John Henry Richardson), el doctor jefe de la ambulancia que está a punto de retirarse; la escena de cuando se arrepiente de haberse divorciado y dejado a sus hijas. El otro día platicábamos el Gus y yo con una coach de cómo a veces hay muchos matrimonios que se podrían salvar si hicieran sus egos a un lado y vieran los problemas como oportunidades para ser mejores (ellos mismos, no sus parejas) y no para tirar la toalla.

Josh, el guatemalteco wanna-be (Dan Rovzar), pues nada… pobre. La inseguridad está cañona, nos hace hacer y decir caaaada cosa, que bueeeeno. ¿Pero qué tanto se puede sostener una mentira? Lo que está rudo es su novatada. Hasta a mi me dolió #auch!

Para terminar, me quedo con cuatro cosas:

1) “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. No es sólo un refrán, ¡es de las frases más sabias que tenemos en nuestro país y 100% verdad! Alex le iba a proponer matrimonio a Felicia en la madrugada, y por esperar “un mejor momento”, nunca le da el anillo.

2) Una decisión nos puede cambiar la vida 360º. De primera instancia pueden no parecer tan trascendentes, pero cada cosa que decidimos o no hacer nos puede afectar de una manera total y dramática, tanto para mal como para bien.

3) Hasta miedo me da escribir esto, pero es una realidad y me consta (soy de Sinaloa, ya sabrán): con los narcos no hay que meterse, es mejor llevar la fiesta en paz. De lo que son capaces en la película, ¡en la vida real es igual o más! No es exageración, así que mejor de lejecitos. Claro, en la movie es accidental esta relación, pero bien decía Maribel Guardia que ella prefería no actuar en eventos privados (fiestas de cumpleaños, aniversarios, festejos) porque podría ser que la casa fuera de un narco, ¿y para qué quieres? Ella muy prudente, muy bien.  

4) La dualidad del ser humano está muy bien retratada. Alex era una persona buena, de hecho es quien insiste en cruzar la frontera para salvar al herido. ¡Ah, pero eso sí!, nomás no nos presionen los botones rojos porque entonces sí somos capaces de amenazar, cortar dedos, disparar una pistola y matar gente (que hasta hacía tres días eran ‘amigos’). Así es nuestra naturaleza: reactiva. Y requiere un esfuerzo diario –constante y sonante– ir en contra de ella. Ser proactivos exige tener la conciencia presente 24/7, mantenernos conectados con la Luz todo el tiempo y eso, en situaciones de estrés, es heroico. Y Alex no es un héroe, es una persona común y corriente, como el 99% de nosotros.