martes, 27 de noviembre de 2012

Mujerzotas


Érase una vez Miguelito (osea yo) en la sala de espera de MegaSpa de la Condesa. En solo un minuto distinguí de entre los materiales de lectura (flyers en su mayoría) un librito muy coqueto: “Mujerzotas”, de Rocío Ichazo. ¿Qué tanto me habrá conquistado que abandoné en un rincón “50 shades of Gray”? Es una buena pista para saber dónde están mis intereses actualmente (en la belleza, no en los hombres).

Las ilustraciones me hipermegafascinaron. ¡Cómo me gustaría dibujar así! Amo esos dibujos (tipo Jordi Labanda). Los temas son tan variados como:
  • El café y el ritual que tomar esta bebida conlleva. Yo me tomo entre 1 y 2 litros diarios… y lo disfruto al máximo.
  • El gym. Lugar que considero mi segundo hogar, donde he hecho grandes amigas, he sacado muchos corajes, he fomentado muchas alegría y he logrado un cuerpo de impacto (jaja, la vanidosa no vino). 
  • La ropa y la frase “¡hoy no tengo que ponerme!” Sounds familiar?
  • La música y las canciones que parecieran haber sido escritas por nosotras (o mínimo basadas en nuestras experiencias) Yo tengo varias…
  • El maquillaje –y ahora que trabajo en belleza, ¡amé este capítulo!
  • La mujer al volante. Yo acepto que no manejo taaaan bien, pero soy buenísisisisima para estacionarme, eso que ni qué; hasta los franeleros se quedan apantallados al atestiguar mi destreza. #neta  
  • El ginecólogo (Yisus, tengo que hacer mi cita ¡yaaa!) y nuestras aventuras sexuales (OMG, what’s my number?)
  • Las identificaciones. Por ahí dicen que nadie es tan feo como su IFE ni tan cool como su Facebook, ¿será? BTW A mí sí me gusta la foto de mi IFE, la licencia, la del Costco, la del Sam’s, la del SC :) El pasaporte es el que me da en la torre.
  • La bolsa. Ese accesorio mágico que guarda todos, sí, TODOS nuestros secretos. Yo todavía recuerdo cuando decía “…¡y entonces me voy a comprar mi bolsa LV!”. Cuando lo hice realidad fue como un boost a mi autoestima. También debo confesar que en el Bazar Gilberto me compré una que amo con locura y pasión desenfrenada, y a un precio bastante decente.
  • La envidia. ¡Ah! Ese terrible sentimiento de sentir tristeza por la alegría de los demás… I just don’t get it (not that I want to, either).
  • Los enemigos en común que tenemos todas las mujeres: las estrías, celulitis, arrugas y demás… detallitos.
  • El dinero. En este aspecto la verdad a veces peco de ignorante, pero lo que sí tengo es que soy mega ahorradora. Mis amigas dicen que más bien soy coda, pero da igual. Comprarse un carro al contado, ¡ya quisieran muchas, eh! jijiji.
  • Las frases que ELLOS dicen. ¿Cuántas horas hemos dedicado a analizar cada palabra, cada frase que tal o cual fulano nos ha dicho? Been there, done that. Después me río, pero en el momento es como “Dios míoooo, ¡¿pero quéeee quiso decir en realidaaaad?!” y ahí tengo a las pobres de mis amigas tratando de “descifrar” conmigo. #notworthit
  • La ropa interior. ¡Iiiuuuhhh! Hay que invertirle muchachas. Nada tan matapasiones como unos chones de la abuela. ¡Ahhh! Recordé una anécdota reciente, en la que me quedé encerrada entre la puerta de la cochera y la puerta de la casa luciendo nada más y nada menos que unos jeans y un bra. ¡Y así tuve que salir a pedir ayuda! Pero la neta es que mi bra estaba taaaan padre y tan sexy, que me imaginé que era un bikini. Y mis vecinos se vieron súper decentes. Disque no volteaban (jaja, pobres, qué incómodo momento para todos). En fin.
  • El signo zodiacal. Cáncer, guilty as charged. La verdad sí me gusta mi signo. Sólo me quitaría el ser tan bipolar porque yo misma me saco de onda que un momento estoy súper feliz y al otro ando llore y llore por las esquinas por pura tontería(no siempre, pero casi). No me quiero imaginar la gente que me rodea. No wonder I don’t have a boyfriend.

SÚPER PLUS: ¡Se puede bajar! A mí no me late leer libros en la compu (ni ningún aparato electrónico), pero si a ustedes sí, vayan a www.leto.com.mx, den click en Mujerzotas, ingresen sus datos y hagan click en descarga. Luego opinen aquí – jeje, para completar el círculo virtuoso de la lectura rosa de empoderamiento femenino. 

PLUS 2: La autora ya anunció la segunda parte y se oye igual de buena que la primera. I’m in! Todos los temas se me antojan :) 

Nota: El libro se llama así como una especie de oposición al famosísimo "Mujercitas" (Aclaración: no en cuanto a la temática del libro de Louisa May Alcott –sobre eso no dice absolutamente nada– más bien sobre el TÉRMINO en diminutivo, que en ocasiones se usa como para "achicar o disminuir" algo), pues la autora afirma que la mujer "calladita no se ve más bonita". Sobresalir, brillar y triunfar son tres –de los muchos– factores que nos hacen ser Mujerzotas. 

sábado, 24 de noviembre de 2012

Skyfall

Qué lástima -y qué coraje- que el cine de Antara haya tenido tan mal sonido. Siento que tengo que volver a ver esta peli :(

Aún así, comentaré los tres detalles que me pusieron a pensar:

1) El constante hincapié en que el 007 ya está viejo. Que si ya está demasiado maduro, que si es un barco descompuesto, que si el cuerpo y la mente ya no funcionan igual después de cierta edad. ¿Quién dice? Hoy más que nunca estoy convencida que la gente -a veces, tampoco voy a afirmar que es una regla- pero creo que cada quien llega como quiere.

Acabo de conocer a una señora de 50 años que, créanme, se veía de 36. O mi maestra de baile que tiene 40 y se ve como de 30. Yo no digo que los años no pasen, pero sí creo que a veces la edad beneficia en experiencia, en sabiduría, en bondad, en inteligencia emocional, ¡hasta físicamente! Jennifer Aniston, Angelina Jolie, Cameron Diaz... todas se ven mejor ahora que en sus 20.

Yo por lo menos creo que me veo y personalmente me siento mucho mejor ahora, hoy, en todos los sentidos, que hace cinco años, ¡fácil! La edad es relativa. Y las mujeres que pecan de vanidosas, que a los 30 se andan haciendo quién sabe cuánta operación, pues como que no me late. No soy quién para juzgar, pero siento que no hay nada más padre que envejecer con dignidad, sin llegar a los 50 pareciendo Lin May. Eso sí me daría oso.

2) La frase "los huérfanos siempre son los mejores colaboradores" (operatives pues). ¡Pues claro! Alguna vez anduve con alguien que decía que "(él) era muy peligroso" porque no tenía nada que perder en la vida, entonces le entraba a todo (pleitos, borracheras, drogas, sexo) sin pensársela dos veces. Obvio duré dos meses.

En otra ocasión, una señora me contaba que el objetivo más amplio de los detractores de la Iglesia era fomentar y apoyar ampliamente -sin límite de nada- la homosexualidad, pues una característica de estas parejas es que no pueden tener hijos. Al no hacerlo, permanecen siendo pareja toda la vida, mas no forman una familia. Además, como algunos padres se rehúsan a aceptar a los hijos con esta desviación, se alejan de ellos, dejándolos solos... sin familia.

Cuando el individuo se queda solo es mejor... para los que así lo quieren porque les conviene para tal o cual cosa. Porque al no tener lazos de amor ni alguien por quién ver y preocuparse, la persona se entrega a la misión designada sin restricción alguna, ya que una característica del ser humano es querer pertenecer. Entonces: como no pertenezco a una familia, me uno a la secta y si me piden que me mate, pues me mato. Total, a nadie le importa (más que a ellos, en teoría, pero fueron los que me pidieron que me matara). O como me siento solo, me uno a tal o cual grupo y si me piden que asalte y viole, pues asalto y violo porque no tengo una mamá o un papá que se preocupe por mí o que al final del día me diga ¿en dónde has estado? El 007, al no ser ni hijo ni hermano ni esposo ni padre, encuentra su sentido y misión de vida en el trabajo. Y eso le conviene mucho a M.

3) Hablando de homosexualidad, amé la actuación de Javier Bardem. Si gana el Oscar no me enojo, jeje, además le queda bien el look de rubio platinado. Me gustó mucho su personaje: entre cómico y con sentido del humor, y resentido y lleno de odio por la traición sufrida (por parte de M).

No cabe duda que ser traicionado apesta, hiere demasiado y tumba demasiados pilares interiores, como la confianza y la bondad. Y así como cuando el amor tiene un por qué, encuentra un cómo, así el odio. Igualito, ni más ni menos, nada más que para mal. La inteligencia y las habilidades personales enfocadas al amor logran cosas grandes (¡como el Teletón, que ya viene!); cuando hay amargura se logran cosas terribles, pues se usan el talento humano y la tecnología para fines carentes totalmente de amor, en perjuicio de la persona.

pd. Daniel Craig es mi 007 favorito :)
pd2. ¡Felicidades a los de la franquicia por 50 años de éxito!

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Si nos dejan


AMÉ LA OBRA. No sé qué me gustó más, pero me voy a inclinar por las voces de los actores (puro desconocido talentosísisisimo) y la escenografía, ¡¡qué bárbaro!! Es un deleite para los sentidos. No por nada en el programa dice: “Fusión perfecta entre Música, México y Arte Digital”. Es real, está cañón la tecnología y cómo cambian en segundos de un escenario a otro completamente distinto. ¡Aplausos!

Qué gran creatividad la de Morris Gilbert y Federico González Compeán, productores de “¡Si nos dejan!”. Logran armar una historia de amor con puras canciones mexicanas de la época del cine de oro. Yo sólo me sabía un par y más bien porque se las he oído a cantantes de la actualidad (Miguel Ángel de “La Academia”, la Banda El Recodo, Alejandro Fernández), pero de verdad crearon una obra maestra.

Las actuaciones de todos son espectaculares: Israel Estrada, Juan Navarro, José Antonio López Tercero, Rogelio Suárez, Ricardo Maza y demás… que como alternan, para saber quién hizo qué papel, pues quién sabe (en la foto del programa se ven muy diferentes, no me atrevo a adivinar).  

Lo ÚNICO que no nos gusto para nada (ni a Mayte ni a mí) fue la exageración de Leticia López, quien interpretó a Paloma. ¡Muy sobreactuada! Movía las manos sin control, parecía que estaba bailando ballet porque hacía Port de Bras TODO el tiempo. ¡MUY exagerada! Entonces cuando interactuaba con otros actores, como que sentían que tenían que hacer lo mismo, y terminaban pareciendo mimos… Además canta súper bien, osea tiene voz fuerte, pero a la hora de hablar era como de “Oooh, mi Dios”, súper aguda y tipo cliché de audionovela. ¡Mal! Una espantosa equis para Lety.  
Claro que al final de la obra la saludamos y hasta nos autografió el CD, pero no le dijimos nada, jejeje. Nos dio penita la crítica face-to-face, pero la verdad si distrae tanto ademán…. Ojalá que alguien me lea y le comente.

Un detalle súper cool fue que como fuimos en el puente por el Día de la Revolución Mexicana, organizaron una kermés. ¡Estuvo muy padre! Jugamos lotería (Mayte ganó una cuponera), le pusimos el bigote al Rey (un personaje de la obra), tiramos dardos a unos globos (ganamos otra cuponera), nos tomamos fotos con Israel… Y como –reitero– compramos el CD de la obra, nos firmaron el poster Mariano Palacios y Leticia López.

Como dijo May, ojalá la obra se la lleven por todo el mundo. ¡Tendría muchísimo éxito, estoy segura! Es 100% calidad OCESA y sería un digno escaparate de la música mexicana. 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Ya no seas codependiente


De eso que te trabas… que no fluyes… que nomás no se te dá… Bueno, pues eso me pasó con este libro. Traía yo un ritmazo de lectura ¡y púmbale! No sé si era resistencia o si de verdad es que no me gustó por N número de razones…

Don’t get me wrong, tough. Es un GRAN libro, nada más que no hubo “química”.

Antes de explayarme, quiero darle las gracias a mi amiga Ceci por prestármelo. Érase una vez yo desesperada en un café –hace casi 3 meses, cuando me lo dio. Quiero agradecerle el gesto porque, al prestarme SU libro (subrayado y todo), confió en que se lo iba a regresar (lo cual no siempre pasa). Esto a su vez a mí me sirvió como incentivo para terminarlo porque honestamente en otras circunstancias creo que lo hubiera dejado en el buró y hubiera empezado “Fifty Shades of Gray” (I know, how cliché… I don’t care, already started, hehe).

Anyways. Del libro lo único que disfrute fueron las últimas 50 páginas. Las primeras 250 nomás no… Yo creo que es porque no me identifico con los problemas que plantea Melody Beattie en los capítulos iniciales. ¡De verdad! Gracias a Dios en mi familia no hay alcohólicos, ni drogadictos, ni apostadores, ni (hasta donde yo sé) adictos al sexo o cuestiones de ese tipo… No digo que seamos una familia 100% sana y feliz (de hecho no creo que exista ninguna). Obvio tenemos nuestros problemas, nuestros issues, nuestros traumas, pero digamos que no son de esta naturaleza, que es a la que se refiere principalmente la autora (alcohólica rehabilitada).

Me explico: gran parte del libro habla del problema del alcohol y sus consecuencias en todos sentidos, pero no me identifiqué porque, como les digo, no he vivido ese caso de cerca (para que me entiendan, yo con 2 shots de tequila estoy hipermegahappy; así de bajo es mi umbral…) Habla mucho también de AA y todo esto, que me gustó mucho porque explica los 12 pasos con mucha pasión. Y aunque el modelo es aplicable a otras esferas de la vida, no es precisamente algo con lo que me relacione…

Como dato extra, tengo dos amigas que fueron a un retiro que se llama El Cuarto (¿o Quinto?) Paso y fue una locura. ¡No vayan! Nada más de oír lo que les hicieron les confieso que me traumé. ¡Hay formas, señores! Y no estoy criticando/juzgando; quizá haya gente a la que le funcione, pero francamente a mí me hizo mucho ruido su pedagogía. No va conmigo (ni con mis amigas, por lo que me dijeron).

Las últimas 50 páginas, en cambio, hablan sobre cómo vivir mejor y disfrutar al máximo la vida. A mí me da mucha … ¿cómo expresar lo que siento? Digamos que “me motiva a la reflexión” cada vez que una persona a la que quiero muchísimo dice que a esta vida venimos –solamente– a resolver problemas. Que la vida en sí es un problema (casi que un Valle de Lágrimas, como dice la oración) y que de repeeeeente, por ahí perdidos, tenemos momentos de felicidad y alegría. ¿Seriously? I really don’t want to think so. I just DO NOT want to believe that.

Quizá mi poco agrado hacia las dos terceras partes del libro también tienen que ver con mi personalidad (soy un feliz 7 en el Eneagrama). Cuando tengo un problema, no me gusta centrarme en él tanto como en lo positivo de que me haya pasado lo que sea que me haya pasado. No importa en qué aspecto tenga el conflicto (sentimental, económico, laboral), siempre trato de ver el lado positivo, el lado bueno. ¡Es una forma de ser!, ¿qué puedo hacer? A veces lo que hago como ejercicio para no vivir en la burbuja rosa y el País de Siempre Feliz es ver/admitir también el lado triste, negativo de la situación; aceptarla y vivirla (con sus correspondientes lágrimas), pero sí les digo que ¡me cuesta!… Mi naturaleza es más bien decir “Híjole, qué mal, qué lástima, pero bueno, pudo haber estado peor…¿Qué tal que/si…?” Y sí, ¿o no? Como dice sensei Odyn en la obra “22:22” (¡se las recomiendo!).

Por otro lado, la verdad soy bastante “comodina”. Yo siempre digo que la vida es dar y recibir, y es muy bonito dar, pero también es muy bonito recibir. Así que yo me dejo querer y me dejo consentir por Dios y sus angelitos terrenales . Lo digo porque hay gente que no sabe aceptar un piropo o algo padre en su vida; pareciera que les gusta sufrir, tienen espíritu mártir, yo qué sé… Yo no soy de esas, ¡para nada! A mí me gusta pasármela bien :) De hecho, una vez en un curso de numerología me dijeron que mi karma era 3, lo que significaba que yo había venido a esta vida a pasarla bien, a ser feliz y a disfrutar. Creo que no andaban tan errados, jejeje.

Volviendo al libro, la última parte está dedicada a consejos para gozar la vida con todo lo que traiga: buenas, malas y normales. Hace sugerencias para vivir nuestra vida como queramos (sin afectar a nadie) y no permitir ser manipulados. También habla sobre lo importante que es ser fieles a nosotros mismos y lo terrible que es cuando vivimos centrados en las apariencias y el “qué dirán” porque al final del día es vivir en la mentira. Y si hay algo nefasto en esta vida, a mi parecer, es la mentira y el engaño.

Toca también el punto de la necesidad de poner límites, de expresar lo que queremos y decir lo que pensamos (con tacto, obvio) y lo indispensable que es SENTIR, mas no dejarnos llevar por los sentimientos. Es decir, hay que estar conectados con nuestro corazón, pero no entregarle las riendas de nuestra vida. ¡Qué caos esto sería, imagínense! “Amanecí triste, entonces no voy a trabajar”, “estoy enojada/estresada y me desquito con el primero que se me ponga enfrente”, ¿pues no, verdad? ECUANIMIDAD es la clave. Conciencia, cabeza, cerebro, autocontrol. Por eso mi papá ama a Michael de la serie “Nikita”, porque persona más controlada no puede haber…

Me gustó que al final de cada capítulo hay una Actividad, en la que recomienda contestar ciertas preguntas o leer tal o cual libro. Eso ayuda bastante a ir desmenuzando el contenido. Por eso les digo que no es que sea malo, nada más a mí la primera parte me costó mucho trabajo. No me gustó; pero la segunda está padre. No por nada casi siempre está agotado. 

lunes, 5 de noviembre de 2012

Después de Lucía

¡Qué fuerte película! Me hizo sufrir y pensar bastante que como mamá me tengo que poner buza caperuza para notar los cambios extremos de mis hijos (si es que tengo, porque al paso que voy, jijiji). Ejemplo: si se rapan de un día para otro.

Es una película sobre bullying pero MUY bien tratada, es decir, la chava (Alejandra) está súper mona y es muy lista, nada más que mete la mata horrible. Lo que me gustó es que no es la típica gordita, ni looser, ni bizca que todo el mundo bullea. La agarran de bajada porque se deja grabar teniendo relaciones y pues claro, nunca se imaginó que TODA la escuela se iba a enterar. ¡Qué oso! Yo me hubiera muerto…

Bueno, no, es falso porque me pasó algo similar y sobreviví. En la universidad tuve una experiencia un tanto parecida, pero no tan extrema. Existió la cuata loca (estaba loca, en serio: trató de suicidarse cinco veces) que me gritaba en la Kafe palabras altisonantes y existió el grupito de borregas que me dejó de hablar (para bien, la verdad, pero eso lo entendí hasta cuatro meses después) y también hubo efectos colaterales: mi arreglo personal, que pasó de requerir una hora a cinco minutos (primero hasta me secaba el pelo y después a duras penas me bañaba).

Eso me impresionó mucho también en la movie: el lenguaje no verbal. El arreglo, la postura, la actitud. ¡Reina el miedo en todo! porque nos han lastimado y permitimos que los malos tratos y las ofensas nos bajaran la autoestima. Been there, NOT nice!

¿Y el papá? Atravesando su propia crisis, gracias. Como dice un sacerdote: para ayudar, tenemos que estar bien nosotros primero. Si estamos –nosotros mismos– en el hoyo, ¿cómo podemos esperar ayudar a alguien? O siquiera notar que esa persona está en el hoyo, ¡es algo difícil de pedir! Pobrecito el papá porque me imagino que se queda con un sentimiento de culpa horrible. Mismo que lo lleva a matar al tipín con el que tiene sexo la hija, que en mi opinión es el que menos daño le hace.  

¡Es que el gordo y su amigo, aaaggghh! ¡Los odié! ¡Malditos lacras abusivos! Pero también no podemos juzgar porque es la edad y obviamente no midieron las consecuencias. Eso pasa a los 18, ¡todo se nos hace tan fácil! Como cuando trabajé de ilegal en Estados Unidos, jeje. En Dean&Deluca (porque me juraba Felicity)... O cuando Selene me prestó a la Vale de 5 meses y me la llevé en el Cabrio ¡en el asiento del copiloto! a enseñárselas a mis amigas, ja! Ahorita nos reímos, pero es la fecha que ni Selene ni yo sabemos cómo nos animamos (ella a dármela y yo a manejar así). La verdad, hasta la fecha peco de confiada... Imagínense como era de más chica, ¡un caso! Pobres de mis papás.

Anyways, felicidades a los actores, productores y todos los involucrados porque no es la típica película mexicana donde las groserías abundan sin ton ni son, sino que es un film con mucho mensaje y súper actual, que además deja el final a nuestra imaginación (lo cual se me hizo un tanto cruel).

Yo que soy malinchista, he de confesar, la recomiendo muchísimo. También debo admitir que la vi porque ya no había boletos para el 007. Pero resultó excelente opción. ¡Hay que reflexionar sobre nuestra acciones! ¿Hasta dónde podemos lastimar a alguien queriéndolo o no? Hay que enseñar a los adolescentes a ser compasivos con los demás, ¡urgen valores! Y urge también enseñar a los jóvenes a hablar más con sus papás, a compartir sus problemas para que juntos encuentren soluciones y no sea demasiado tarde.

Comunicación, confianza, compasión… 3 C’s que hay que inculcar con más ahínco entre la juventud (no que yo esté ruca, pero me refiero a l@s chav@s de entre 13 y 23 años). Porque después de Lucía –y de Alejandra– hay mucho caos y tristeza (lo cual se puede evitar con educación, moral y ética). 

pd. Olvidé mencionar una cosa: la importancia del ejercicio. En el caso de Alejandra, la natación. Pero he ahí: si no tenemos paz interior, si se esfuma como por arte de magia, TAMBIÉN el ejercicio se ve afectado... porque perdemos la capacidad para concentrarnos. Léase, cuando algo me agobia, la clase de baile me aprovecha poco, pues me la paso pensando en "x" tema que en ese momento me quita la paz... y los pasos se me olvidan. 

pd2. Hay una escena en la que las "amigas" le preguntan por qué se acuesta con el cuate de la escuela tan rápido y ella contesta: porque estaba muy borracha. Believe me!!! El alcohol es el peor enemigo de las mujeres. Perdemos todo el estilo. Claro que está padre las que agarran "buena copa": se ríen, bromean. Pero siento que eso pasa en el estado "happy", no "oficalmente hasta las manitas". Lo peor del one-night-stand es la cruda moral... ¡¡y qué miedo que el hombre en cuestión nos pegue algo!! Mejor SI TOMAS, NO TE ACUESTES, jejeje.

pd3. ¿Pueden creer que hasta hoy –casi dos meses después– capté que Lucía es la mamá, osea la que se muere? Y entonces después de ella pasan estas cosas tan fuertes tanto para el papá como para Alejandra... ¡¡Ooohhh!! La moraleja es que confío demasiado en Google y por eso me cuesta recordar los nombres de los personajes, ja! #maldelsiglo21

viernes, 2 de noviembre de 2012

The Big Bang Theory

Los que me conocen saben que amo a Sheldon Cooper. The Big Bang Theory es, actualmente, mi serie favorita. ¡Me encanta! Siempre me hace reír y sólo hoy (por eso escribo esto), increíble pero cierto, me hizo llorar.

Hace poco fuimos de fin de semana a casa de una amiga en Cuernavaca. Como me dio calor (porque mi roomie apagó el aire), me bajé a dormir a la sala, pero luego ella se levantó y me llamó de regreso. Eso bastó para que se nos fuera el sueño y platicáramos como por tres horas…
Durante ese tiempo salió a la conversación el tema de los detalles. De cómo a veces no es necesario invertir grandes cantidades de dinero para sorprender a los demás y hacerles saber que pensamos en ellos, que los queremos y que nos gusta verlos felices. Bueno, pues el episodio “Saturnalia Xmas Miracle” (creo que así se llama) es un ejemplo de esto.
Me explico para los que no la ven: Penny trabaja en el restaurante The Cheese Cake Factory y un buen día se aparece (el actor) Leonard Nimoy. Supongo que ella no era tan fan, pero sabe que Sheldon lo admira, así que le pide que le autografíe una servilleta, el cual sería su regalo de navidad para Dr. Cooper.

Cuando Sheldon sabe que Penny le tiene un regalo, se estresa y va a algo muy parecido a The Body Shop, donde compra muchas canastas con distintos productos, todas de distintos precios. Su plan es que una vez que Penny le dé su regalo, googleará cuánto le costó y dependiendo del precio, él escogerá una canasta para regalarle. El resto las devolverá (ven que en EEUU eso es lo más fácil).
Pues cuál va siendo su sorpresa cuando descubre el autógrafo, ¡casi se muere de alegría! Entonces le trae (de la sala a la recámara) TODAS las canastas. Penny como que se saca de onda, dice algo y él contesta: No es suficiente, ¿verdad? Ven. Y LE DA UN ABRAZO, ¡¡Sheldon le da un abrazo a Penny de agradecimiento!! http://www.youtube.com/watch?v=dyQz8jWAl7s Todo pasa muy rápido, pero usualmente yo hubiera pensaba que iba a sacar una pluma y hacerle un cheque por x cantidad. Pero no. En el fondo sabe lo que la mayoría valoramos un buen abrazo.

Estoy de acuerdo, a lo mejor no es para tanto y es mi época del mes más llorador, I don’t care. La cuestión es que este capítulo es a lo que me refiero: a veces no hacen faltan grandes demostraciones, sino pequeños detalles hechos pensados 100% en nosotros.
Lo malo es que, en ocasiones, la vida nos vive y no nos damos tiempo para las cosas importantes. Vamos haciendo sólo lo urgente, lo que nos piden, lo que necesitamos hacer, pero no lo que nos hace felices o lo que hace felices a los que queremos.
Ahora que se acerca la Navidad (nosotros ya estamos terminando de armar la revista de diciembre, entonces traigo todo el mood), los invito a pensar en esos detalles que podemos hacer –y que no son tan costosos– para hacerles saber a nuestros seres queridos que, valga la redundancia, los queremos; que son importantes para nosotros y que nos alegra verlos felices, con una sonrisa y en paz.