Basada en la novela escrita por Sara Gruen, la película me recordó muchísimo a “The Notebook” (por la forma en la que mezcla el presente con el pasado). Pero a diferencia de la primera, en esta no lloré (para todo hay días).
Mensajes emotivos, sin embargos, encontré varios. El primero: cómo nos puede cambiar la vida de un segundo a otro.
El día en que el protagonista, Jacob, pensaba que iba presentar sus exámenes finales y graduarse como veterinario de Cornell, “tirarse” a su compañera de clase y empezar una nueva aventura, la tragedia llega a su vida.
Después, el destino lo pone en el tren de los Benzini Brothers, el circo (competencia de los Ringling Brothers) donde encuentra una nueva familia entre animales, obreros, el amor de su vida y un jefe bipolar.
El segundo mensaje sería sobre el cuidado y respeto que nos merecen los animales. Hay una escena que me partió el corazón: cuando August (el dueño del circo) golpea hasta casi matar a Rosie, la “efelante”. Buh! Y todo porque el menso no sabía hablar su idioma!!! (polaco, quién iba a decir) y se desespera.
El tercer mensaje que me dejó es: lucha por lo que quieres. Aunque se vea difícil (y en verdad lo sea), aunque tengas pocas pobabilidades de triunfar, si en tu corazón estás seguro de que “eso” es lo mejor... just do it. Lánzate!
Por que si Jacob si hubiera puesto a pensar en que Marlena (la principal atracción del circo) era casada y su esposo era capaz de matarlo, etc. entonces nunca hubieran vivido la experiencia de casarse, tener hijos y ser felices con el amor de tu vida.
En esta vida, para lograr los sueños hay que atreverse a tenerlos (primero que nada) y después hay que poner todos los medios posibles para que se hagan realidad. Y es lo que se ve aquí en la película: no hay imposibles porque el amor todo lo puede.
Hay que creer que se puede. Confiar en nosotros mismos, en los demás, en el futuro, en el destino, en Dios. Saber que la felicidad es un derecho, no un privilegio. Saber que las cosas buenas cuestan, pero siempre el resultado será “satisfacción garantizada”.
Por último, hay una escena en la que Jacob hubiera podido fácilmente matar a August, frente a Marlena, pero no lo hace. Mi reflexión fue que, ante la presencia del ser amado, somos la mejor versión de nosotros mismos. Y Jacob no iba a permitir que la imagen de él asesinando a un hombre se grabara en la mente de Marlena :)