domingo, 6 de marzo de 2016

Finding Audrey

Sophie Kinsella es mi role model en cuanto a escritora se refiere. Amo todos sus libros... todos y cada uno de los 14 que tiene contando este último. Todos sin excepción me han hecho reír y llorar. Cada año espero con ansias su nuevo título y estoy al pendiente de cualquier cuento o avance que publique en sus redes sociales. ¿Tienes tú un autor así, al que le tengas fe ciega porque sabes que su nuevo libro te hará vibrar, y lo compres sin siquiera leer la solapa?


La novela más reciente de Sophie se llama "Finding Audrey" y es el primero dirigido a Young Adults, léase teens (adolescentes), un mercado que ha probado ser muy buen negocio. Le pedí a mi hermano que me lo trajera de Tucson ahora que fue en el Puente, y bueno, como de costumbre, me lo devoré. Siempre me pasa con los libros de Sophie: ¡¡no puedo parar hasta que los acabo!!

"Finding Audrey" me gustó muchísimo porque habla sobre el bullying y las terribles consecuencias que puede tener sobre las personas, siempre pero más en una etapa tan vulnerable como es la adolescencia; aborda también sobre el tema de la amistad y el primer amor, y refleja lo difícil que es ser padre (y madre) de familia en esta época.

Me gusta un detalle: nunca revela qué le pasa a Audrey que la mega trauma tanto, y además de interesante, me parece sabio. Porque muchas veces los detalles hacen más daño que bien, y en parte me parece padre que lo deje a la imaginación de cada lector. Ya cada quién sabrá con qué material rellena los espacios en blanco que a propósito deja la autora.


Y eso es lo que más me gusta de leer, que es cierto que incentiva la imaginación y la creatividad. La autora describe, pero al final uno es el que se imagina la casa, la sala, la cocina, el salón de tele, la ropa, el Starbucks... a Felix, Frank, Linus, Natalie, Chris, Anne.

Si en este momento te preguntas qué libro leer y te gusta la "chick-lit" (literatura rosa), te recomiendo cualquiera de Sophie Kinsella. ¡Es diversión garantizada!

OTROS TÍTULOS DE SOPHIE: 
  1. Confessions of a shopaholic 
  2. Shopaholic takes Manhattan 
  3. Shopaholic ties the knot 
  4. Shopaholic & sister 
  5. Shopaholic & baby 
  6. Mini shopaholic 
  7. Shopaholic to the stars 
  8. Wedding night 
  9. I've got your number 
  10. Twenties girl 
  11. Remember me? 
  12. The undomestic goddess 
  13. Can you keep a secret? 





lunes, 1 de febrero de 2016

El Renacido



Yo no sé ustedes, pero yo era micro-infarto tras micro-infarto, ¡¡qué onda con el instinto de supervivencia de Hugh Glass!! Estaba peor que gato, ¡¡no se le acababan las vidas a este hombre!!. Sólo me relajé en una escena, así que estimada Academia, plis plis denle el Oscar a Leo y a Iñárritu (al menos); por cierto, dado que los gringos sufren con la “ñ”, pienso que sería más fácil que dijeran 'Alejandro González', pero quizá les recuerda a Speedy

Me gustaría “hablar cine” para poder dar mi opinión sobre las 12 nominaciones de “The Revenant” al Oscar…
  1. Mejor Película
  2. Mejor Director (Alejandro Glez. Iñárritu)
  3. Mejor Actor (Leonardo DiCaprio)
  4. Mejor Actor de Reparto (Tom Hardy)
  5. Mejor Edición
  6. Mejor Fotografía (Emmanuel Lubezki)
  7. Mejor Diseño de Producción (no tengo idea qué es esto)
  8. Mejor Maquillaje
  9. Mejor Vestuario
  10. Mejor Edición de Sonido
  11. Mejor Mezcla de Sonido (¿cuál será la diferencia con la anterior?)
  12. Mejores Efectos Especiales

 … pero como no hablo (“cine”), sólo voy a comentar mis escenas/mensajes favoritos:

Nadie sabe para quién trabaja. La piel de la osa
que lo atacó termina cubriéndolo del inclemente frío.
La única escena en la que me relajé es cuando el indio y Glass juegan a atrapar nieve con la lengua. ¡Me dieron mucha ternura! Me hizo pensar sobre la amistad y cómo hay momentos que unen a las personas para siempre, aunque no lleven muchos años de conocerse. También me gusta esta onda de “sacar al niño interior”. Estoy de acuerdo en no parecer adolescentes inmaduros todo el tiempo, pero hay veces que, sin importar la edad, se vale divertirse como cuando éramos pequeños. Y de verdad que en la película uno agradece que Leo tenga un break, porque qué bárbaro, es una tras otra tras otra, ¡la película está en un clímax constante!

Otro detalle padre es que al final del día Glass aprende que la venganza es de Dios. Hay una frase que me gusta por cierta: “Karma is a bitch… only if you are”. Obviamente no me parece que la gente mala se salga con la suya, pero no podemos ir por la vida haciendo justicia por nuestra propia mano. Hay que confiar en los designios de Dios y saber que todo, como es, es imperfectamente perfecto. Tom Hardy, eso sí, excelente en su papel, ¡lo archirrequeterrecontramega odié! Ojalá también se lleve su Oscar.

El tercer mensaje que me transmitió: ¡la verdad siempre sale! Podemos hacer lo que sea para ocultarla, pero al final siempre saldrá, así que más vale ser honestos y decirla a tiempo. Que conste que no digo que sea bueno andar por la vida escupiendo opiniones sin filtro, eso es otra cosa. Esto de la verdad es en realidad todo un tema —porque hay que saber a quién, dónde, cuándo y cómo decirla— pero un buen referente, creo yo, es la voz de la conciencia. El riesgo es cuando la ignoramos durante mucho tiempo porque se pierde la capacidad de escucharla, pero ese es oootro tema. 

El último comentario es sobre los paisajes, ¡divinos! Wow la naturaleza, hay escenas en las que se ve medio cruel por extrema, pero qué increíble escenario para los actores. Me puse a investigar dónde se rodó la peli y encontré este artículo, por si les interesa: http://es.atlasofwonders.com/2016/01/rodaje-revenant-el-renacido.html

 
Una amiga opina que Iñárritu está haciendo una especie de trilogía conformada por "El Renacido", "Birdman" y su próxima, que porque los tambores y el meteorito... ¿Será? Leo se ha mostrado muy entusiasta con la idea de volver a trabajar con Iñárritu, habrá que ver si vuelven a hacer mancuerna. 

lunes, 18 de enero de 2016

La verdad oculta

Me hace más sentido como se llama la película en inglés, “Concussion”, pero supongo que el departamento de Marketing de Sony Pictures en México se negó a la traducción literal, que sería “Contusión cerebral”, que ciertamente hace más sentido pero no se oye lindo, de hecho se oye trágico, ¡¡y es que ES trágico lo que les puede pasar a los jugadores de futbol americano!! Pero bueno, lo que yo quiero compartir son los mensajes que me dejó esta película, protagonizada por el buen Will Smith, a quien admiro en todos los sentidos.  

El poder del billete. ¡Está cañón!, pero es una realidad. “Con dinero baila el perro” dicen por ahí y me toca constatarlo casi a diario (con cierta dosis de tristeza y desilusión, he de confesar). Si pudiera expresarme libremente, no darías crédito de lo que me ha tocado atestiguar, y supongo que a ti también. Por eso no me sorprende nada lo que pasa en la película en cuanto a la reacción de la NFL y sus intentos por callar la voz del Dr. Benett Omalu. Yo creo que hasta se quedaron cortos con las amenazas de muerte, el acoso, las intimidaciones… Aunque sí nos da una gran idea, pues no sólo quieren destruir su carrera, sino también su vida personal. Por sus acciones amedrentadoras, pierde la casa de sus sueños y a su primer bebé, lo suficiente para desmoronar a cualquiera. Y pensar que esto le pasa por una sola razón: ¡¡decir la verdad!!

Matrimonio y mortaja del cielo bajan. Benett conoce a su esposa gracias a la Iglesia a la que acude, lo cual hace un punto que para mí es hipermegavital a la hora de elegir una pareja: la vida espiritual, porque entonces hablas el mismo idioma y lidias con los problemas terrenales de diferente manera. Esto queda reflejado claramente en la escena donde ella le dice que no hay casualidades, sino “diosidencias”. ¡Ah! Me llamó mucho la atención otra cosa: que primero él le pide que se casen y luego le dice que “se pueden enamorar”. Esto, déjame te cuento, está en la Biblia. Y no quiere decir que te cases con el vecino que te da repele, sino que elijas a una persona casi casi que con la cabeza, porque el amor se construye y no al revés, es decir, la emoción y las mariposas en el estómago no son tan buen augurio como creemos. La pasión no lleva al amor, pero el amor sí puede llevar a la pasión. Si le echamos una pensada hace todo el sentido, lo malo es que estamos invadidos de mensajes que afirman lo contrario.

La película completa. “Tres años después”. ¡¡Tres años tuvieron que pasar para que el Dr. Omalu tuviera la oportunidad de hablar ante los directivos de la NFL!! Imagínate todo lo que pasó en ese ínter, ¡¡mil cosas seguro!!, entre ellas que se muda a California, tiene una hija, compra otra casa, consigue un nuevo trabajo, pero imagínate también emocionalmente los estados por los que pasó… Esto me transmite algo importante: la importancia de fluir y dejar todo en manos de Dios. Tener fe y certeza (que no es lo mismo que resignación) es estar convencido —más allá de toda lógica— que nuestros tiempos no son los tiempos de Dios. Usualmente queremos las cosas aquí y ahora, porque “ahorita” es cuando ocupamos eso que pedimos, y si no sucede así nos tiramos al drama. Pero los tiempos de Dios son perfectos, y en la película es la muerte de Dave Duerson, quien deja una nota diciendo que Omalu y su equipo tenían razón. Esto, en lo personal, me invita a no desesperarme por no tener la vida que soñé hoy, ¡¡porque la película todavía no se acaba!! Para enfatizar esto un poco más, imagínate que en la peli todo hubiera sido miel sobre hojuelas: que el Dr. Omalu hubiera publicado su artículo, que la NFL le hubiera dado las gracias con todo y renombrado reconocimiento, que hubieran ayudado a los jugadores y tomado medidas de prevención, ¿qué flojera, no? ¿Dónde hubiera quedado la emoción del clímax, eso que nos tuvo al borde del asiento? Es lo mismo con nuestra vida, ¡es un juego! Estamos destinados a ganarlo pero, a como yo lo veo, Dios lo pensó para que fuera entretenido, divertido, con retos y riesgos… no tedioso y aburrido, sin obstáculos ni libre albedrío.

La pasión de hacer lo que nos gusta y la escalera corporativa. A veces me siento apachurrada porque siento que no he avanzado mucho en el ámbito profesional. Me pregunto porque todavía no soy directora de ninguna revista… pero luego me tomo un café y se me pasa, jijiji, ¡no, mentiras! Ya en serio, reconozco que ha sido una elección, quizá no siempre consciente, de elegir una vida personal más rica y equilibrada, en la que he decidido quedarme donde estoy porque amo lo que hago. Esto lo traigo a colación por la escena donde el Dr. Omalu rechaza ser el forense de Estados Unidos. What?! La única explicación que me doy a mí misma es que a él le apasionaba su trabajo: hablarles a los muertos, tratarlos con respeto (que se refleja en cortarlos con cuchillos nuevos)… Entonces cuando le ofrecen el puesto, fíjate y lo que le dicen es: “ya no harás eso, cortar cuerpos quedará atrás, ahora harás cosas más interesantes”. Mmmhhhh. Interesantes quizá, pero no las que amaba. Y no es por excusarme ni quiero parecer mediocre, pero me he dado cuenta que cuanto más subes en una revista, menos escribes, ¡y a mí lo que me apasiona es escribir! Proponer temas, encontrar a las personas adecuadas para entrevistar, buscarlas, platicar con ellas, contar sus historias de una manera entretenida, ¡¡esa es mi pasión!! Así que bueno, tendré que ajustar algunas piezas aquí y allá para seguir haciendo lo que me gusta y crecer al mismo tiempo. No suena fácil pero tampoco imposible. Lo importante, eso sí, es seguir el ejemplo del Dr. Omalu: mantenernos fieles a nuestros ideales y principios, y no traicionarnos a nosotros mismos por ego, dinero, poder, fama... Por que todas esas tonterías, como llegan, se van. Y la conciencia limpia y tranquila —con todas sus características— permanece con nosotros hasta el último de nuestros días.


domingo, 15 de noviembre de 2015

Lo que he aprendido en la vida

Amo a Oprah Winfrey, la admiro profundamente. Desde hace varios años, pero ahora más, ¡mucho más! Su libro “Lo que he aprendido en la vida” me lo devoré en dos días, literal no podía parar. Paraba porque tenía que, pero si te gusta leer —y tienes el tiempo— te lo puedes echar de una sentada. Así de bueno está.

Me encanta tener fama de que “leo mucho” porque mis amigas me regalan libros. Y luego también tengo fama de “espiritual”, entonces eligen temas muy lindos. Así que primero que nada, gracias —una vez más, porque ya se lo he dicho antes— a mi amiga Daniela por habérmelo regalado.

Segundo, te cuento. Cuando lo empecé a leer fue más por compromiso que por pasión. El título se me hacía medio alzado, no sé cómo explicarlo. Pensaba: “me parece un poco soberbio que crea que lo sabe todo y nos quiera enseñar”. ¡¡Ahhhh!!, pero qué equivocada estaba. ¡¡Para nada tiene ese enfoque!! Más bien está súper kabbalista la onda porque es como si dijera: “pues mira, le he sufrido, le he batallado, me las he visto negras, pero he triunfado. Entonces aquí te van unos cuantos tips —por si te sirven. Si te puedo ayudar en algo, será un gozo para mí… para mi alma, no para mi ego. Porque he entendido que todos somos uno y que la vida no es tan complicada como a veces creemos y/o nos la hacemos, así que respira profundamente y enjoy the ride”. 

¡¡Es una joya!! Me hizo pensar muchísimo, reír, llorar y recordar historias personales. Comparte cada anécdota tan preciosa e increíble, y otras tan duras y fuertes. ¡Ay, no! Esa mujer neta está muy cañona. 






domingo, 19 de julio de 2015

Intensa Mente

¡Me gustó mucho! Y como es mi costumbre, ¡lloré! Hubo tres escenas que sí me sacaron unas cuantas lagrimitas: cuando Alegría no podía salir de la basura, cuando el elefantito Amigo Imaginario se desintegra y cuando Tristeza altera todos los pensamientos centrales de Riley.

Primero les cuento que como mi cumpleaños fue el lunes, Cinemex me regaló un combo mediano: palomitas, chocolate y refresco, así que anduve muy consentida. Y como siempre que no lo planeo, todo me salió a pedir de boca. Con todo y que fui al CAI, a la dulcería y al baño, vi la peli desde el principio; incluido un corto que se llama “Lava”, que me gustó por el “I Lava You”, pero nada más, me pareció medio soso.

Back to the movie, me encantó, más que el mensaje, la visualización de las emociones más comunes que tenemos los seres vivos: Alegría, Tristeza, Ira, Temor y Desagrado. Me imagino perfecto a los guionista muriéndose de risa no sé por qué. Está muy bien lograda y me daban ternura muchas situaciones por las que yo creo que la mayoría, sino es que todos, hemos pasado. Por ejemplo: una mudanza, el primer día de clases, fiestas infantiles, competencias fallidas, en fin. ¡Las experiencias que nos ofrece la vida son innumerables!

En cuanto a reflexión, ven que el Tren del Pensamiento se para cuando Riley se duerme… Bueno, pues a mí seguido me pasa que me acuesto y mi mente sigue a mil por hora, incluso en mis sueños sigo pensando sobre tal o cual cosa, lo cual en ocasiones hace que me levante sintiéndome súper cansada. Un tip que me dio Andrea de la Mora y que llevo haciendo un par de días es que, antes de dormirme, pienso y digo en voz alta: “voy a dormir profundamente”. Así justamente le doy la orden a mi tren de parar. ¡Sí funciona!

Por otro lado, me quedé pensando en que habemos distintos tipos de personas: las entusiastas, las que tienden a la depresión, las enojonas, las miedosas y las indiferentes. Esto me hace pensar que su tablero de emociones está gobernado por una caricatura en especial, aunque obviamente todas intervienen. Yo podría decir que me rige la Alegría, por lo cual muchas veces en la vida me he obligado a ver “el lado Coca Cola de la vida”, cuando en realidad lo único que he deseado es llorar desconsoladamente y quedarme acostada todo el día. Y eso es justo con lo que me quedo de la película porque es a lo que últimamente le he dedicado una gran cantidad de energía: la autoaceptación. 

Ninguna emoción es mala ni buena, todas son necesarias y útiles; gracias a las cinco –y a muchas más– estamos donde estamos y está bien aceptar que a veces nos sentimos tristes, enojados, fastidiados o temerosos, y no siempre alegres, que es digamos la emoción más socialmente aceptada y la “ideal”, por así decirlo. Lo que yo creo que tenemos que trabajar a lo largo de los años es cómo expresar esas emociones. ¿Cómo expresar la alegría, la tristeza, el miedo, la ira y el desgano...¡asertivamente!? Para poder comunicarnos mejor unos con otros y no hacer de esto un caos, que es justo lo que pasa cada vez que dejamos que las emociones nos gobiernen sin filtro alguno.

La peli la vi en gran parte por recomendación de mi maestra de Kabbalah, quien en mi última sesión “me invitó” a no dejarme regir por las emociones, pues demasiada tristeza en el trabajo me puede afectar laboralmente, así como demasiado miedo me puede paralizar en otros sentidos, por mencionar algunos ejemplos. ¡La certeza es la única que debe reinar 24/7! 


Mi última reflexión es en torno al inconsciente y lo que ahí guardamos. ¡¡Qué gran reto esculcar esa habitación y limpiarla cuando, dado el momento, las creencias que hemos creado nos estorban más que ayudarnos!! Llevo seis sesiones con una life coach que amo y adoro, y las últimas tres han estado enfocadas en cambiar ciertas creencias, y créanme, ¡no es naaaaada fácil! Porque mi cerebro me sigue aconsejando actitudes y pensamientos, no malos, pero que ya no me funcionan, y cambiarlos es todo un reto. No es fácil, pero tampoco imposible. Voy a visualizar pelotitas de colores, quizá así se me haga más fácil.


sábado, 18 de abril de 2015

Tal Vez es Para Siempre (Love, Rosie)

Llorar en el cine es lo mío. Lo hago en el 90% de las películas que veo. Hay raras excepciones, “Birdman” es una, por ejemplo. Pero bueno, a lo que quiero llegar es que “Tal Vez es Para Siempre” me hizo llorar, y bastante. La escena en la que abraza a su bebé y decide no darla en adopción me partió el corazón. Y con el debido respeto que me merecen los bebés, creo que con los perros pasa algo similar. Los tratas unas semanas y luego, por más que quieras, ya no los puedes soltar. Al menos eso me pasó con Caramelo, a mi hermano con la Motza, a mi abuela con la Sombra, a mi mamá con la Candy y a mi papá con el Max y la Bola… Simplemente te roban el corazón.

La historia (recuerden que este blog es para comentar pelis, libros y obras, así que #FYI: spoiler alert) es súper creíble para ser tan complicada; aplausos para el guionista. Lo peor es que no dudaría que estuviera basada en experiencias de gente real. Porque shit happens, ¿saben cómo? Y de verdad a veces pareciera que los astros no se alinean para que consigamos ciertas cosas. Pero la realidad es que, aunque usted no lo crea, así es perfecto. Las cosas nos pasan para que aprendamos. En este caso específico, por ejemplo, creo que Rosie (Lily Collins) y Alex (Sam Claflin, handsome!!) aprenden a que no es bueno esconder tus sentimientos ni actuar de una manera cuando mueres por actuar de otra, en la que hay mucho más amor, pero que obviamente cuesta más trabajo.

A la mejor amiga, ¡la amé! Tipaza. Yo quiero una así. Que esté en las buenas, en las malas y en las peores, que te aconseje pero sin juzgarte; que cuando le hables de tus problemas, ella no te saque los suyos, ¡¡¡lo cual es todo un arte!!! Conozco a alguien, por ejemplo, que siempre “es uno más que tú”. Si a ti te fue mal, a ella dos veces peor. Si te peleaste con el novio, ella dos veces peor. Si te equivocaste en algo, ella dos veces peor. ¡Qué flojeeeera! La verdad no me gusta platicarle nada porque ya sé que “a ella también ¡y más!”. Pero por otro lado, tengo otra amiga que tiene una amiga (disculpen si los confundo) que le pregunta t-o-d-o: ¿a dónde fuiste?, ¿con quién?, ¿y qué onda con Fulanito?, ¿vas a la boda de Fulanita? ¡Ah, pero eso sí! Ella no suelta prenda. Pues no. Una amistad es de ida y vuelta, pero por prioridades, no sé. Es complicado ser una buena amiga y también encontrarla. Los seres humanos somos complejos.

Me gusta que finalmente después de 100 mil años (OK, 12 o 15, no recuerdo) coinciden… FINALLY! Ya se lo merecían, los pobres. Después de tanta desilusión y de tanto ponerle curitas a sus corazones. Y como sigo en esto de que “todo es perfecto”, creo que su relación será a prueba de balas y divorcios. ¡Estoy segura que Tal Vez SÍ es Para Siempre! Porque su deseo por un amor verdadero y real, al paso de los años, aumentó exponencialmente, y esa, según la Kabbalah, es la clave de la abundancia: aumentar el deseo hasta manifestarlo en el mundo terrenal y entonces agradecer a la Luz, a Dios, todo ese Amor que recibimos.

La verdad hay muchos momentos de la película que me hicieron pensar: 1) la muerte inesperada del papá, semejante a la muerte inesperada de mi cuñada Lety; 2) el ocultar una verdad no por ganas de fregar a la gente, sino buscando el bien mayor, lo cual me llevó a reflexionar una vez más a que no es el acto en sí lo que está bien o mal, sino la conciencia con la que lo hacemos. 3) Que lo más importante de la vida no son las cosas materiales ni superficiales, como dónde estudiamos, qué lugares frecuentamos o de qué marca son los muebles de nuestra casa. Sé que cuesta trabajo creerlo, pero se los digo como ex Editora de Belleza de la revista Glamour, ¡lo mejor de la vida no son las bolsas Chanel, ni los zapatos Valentino! Son muy lindos, nadie dice que no, pero aunque así nos lo quieran hacer creer, al final del día (y algún día estas señoritas también se van a dar cuenta) lo que verdaderamente vale la pena y nos da felicidad es vivir tranquilos, en paz, plenos, con alegría, construyendo y disfrutando de cada día al lado de las personas que amamos. Que conste que no dije que sin problemas o retos porque eso simplemente no existe. Esto viene a colación por la escena de la novia disque refinada y nice, que resulta estar más vacía que un globo. ¿Cómo está eso de decirle a alguien que él es el papá del hijo que esperas cuando en realidad es otro cuate? ¡No se vale! ¿Y qué tal cuando Alex textea que “al fin que no estaba listo para ser papá”? ¡Les digo! Mensajes leemos, corazones no sabemos.

4) Por último, los tiempos. Me llamó la atención porque no están ustedes para saberlo ni yo para contarlo, pero yo conocí a Gustavo (mi novio) hace ¡¡13 años!!, y cero hicimos click. Lo que es más, hasta hace año y medio (tiempo que llevamos de novios) era mi worst-date-ever. No es el mismo caso de la película, lo admito, peeeero a lo que voy es al timing. En ese entonces hicimos corto circuito. En este entonces también, jajaja, pero las chispas esta vez son de amor e ilusión.

Por cierto, bien bajado ese balón del título de la película. El juego de palabras es interesante, al menos a mi parecer más que “Con cariño, Rosita” (jijiji).

pd. ¡Por poco lo olvido! Esta película reafirma mi teoría de que la amistad entre hombre y mujer es prácticamente imposible. Siempre –sí, siempre–: 1) a ella le gusta él, 2) o a él le gusta ella, 3) o ambos se gustan (y no lo dicen, como en el caso de Rosie y Alex), 4) o ambos se gustaban, y entonces la amistad está destinada a desaparecer.

lunes, 23 de febrero de 2015

Y ahora… ¿qué me pongo? El sí y el no de lo que debes usar

Primero que nada, muchas gracias a la autora del libro, Yulene Galera, por regalármelo. Lo disfruté mucho y me sirvió bastante. Siempre es bueno regresar a lo básico. A veces uno cree que ya domina el tema de la moda, pero luego “lo obvio se obvia”, así que me resultó conveniente leerlo.

Lo súper recomiendo para chavitas entre 13 y 18 años, que apenas están descubriendo su estilo y cómo expresar su personalidad a través de la ropa. Yo en este sentido era muy aventurada; gracias a Dios todavía no existían las redes sociales porque sí creo que me hubieran agarrado de bajada varias veces (jaja, me río de acordarme de un par de outfits muy… originales). Pero bueno, me divertía mucho y yo creo que al final ese el chiste.

La primera parte del libro me encantó. Las ilustraciones son excelentes: sencillas, precisas, ejemplifican muy bien las recomendaciones de la autora. La segunda parte, que habla de mitos y realidades también me gustó mucho, pero la tercera parte no me fascinó porque, si bien Yulene dice que en la moda “no hay una verdad absoluta”, escribe en un tono de mucho juicio contra las personas que cometen “pecados”, como usar crocs, tener blusas de Hello Kitty, ir al antro con flats... no sé. En algunos puntos estoy total o parcialmente de acuerdo con ella (en otros no, sobre todo porque las tendencias cambian cada seis meses), pero el tono en el que escribe y se expresa al respecto es poco amigable. Pareciera que le enoja que alguien se deje la pashmina toda la boda o que use pantalones blancos. OK, quizá sean un don’t, pero la manera de decirlo es más en tono de ira que de consejo, dado que usa frases como “hazte un favor y quémala”, “no les robes las camisetas a tus hijas”, “jamás y lee bien jamás…”, “¿no tienen espejos en su casa?, “¡qué oso!”, “evita enfermarte a lo tonto”, “para preservar la salud mental de las mujeres a tu alrededor”, “creo, o más bien espero, que no necesite decirte que esto es un no absoluto y definitivo”, “lo siento mucho, hay que regalarla”, “por tu atención, gracias”, “fuera de esto, repito, están prohibidos”. ¿Por qué ser tan drástica y hasta cierto punto grosera?

Cuando estaba leyendo toda esta tercera parte (que además es la más larga), sentía como si me estuviera regañando en el típico tono de niña fashionista que cree que lo sabe todo. No me gustó. Es una pena porque, insisto, el diseño es muy lindo y la idea en general de cómo está estructurado el libro, muy buena. Pero el tono es el que me hace mucho ruido. El único beneficio de la duda que le doy es que la manera de hablar sea por el target que, obviamente, no soy yo, sino niñas de 13 a 18 años que están aprendiendo a vestirse para sacarse el mayor partido. Aún así, mi recomendación es que en la segunda edición trate de ser más compasiva y política, y menos regañona y absolutista. Al final del día, la actitud importa muuuucho más que la ropa. Yo no me pondría muchas prendas que a otra gente se le ven increíble, y no por eso las voy a juzgar de pordioseras, mujerzuelas, fodongas, pepenadoras, cajas fuertes y demás adjetivos que usa Yulene.