El matrimonio es un tema, y
pasados los 30 años ¡más! (créeme). La cuestión es que muchas veces nos
quedamos en la superficie del “problema” (la soltería) y nos hacemos jaraquiri
con pensamientos tipo “ya me quedé para vestir santos”, “bien decía Juan
Gabriel: yo no nací para amar”, “nunca me va a llegar el amor”, “todos los
hombres son unos patanes”, etc. Pero pocas veces nos vamos al meollo del asunto
y reflexiones sobre qué es realmente ‘eso’ que hace que no encontremos al
príncipe azul (damn you, Disney movies!).
Cuando llegó a mis manos el
libro “Por qué no te has casado… aún”, de Tracy McMillan, ¡me emocioné! y lo
devoré en tres días. Ahora, no quiero arruinarte la lectura porque vale
muchísimo la pena, pero aquí te van los posibles 10 motivos que pueden estar
ahuyentando al amor de tu vida.
Antes de mencionarlos, cabe
decir que el ‘padre’ de todas estas máscaras es el miedo, que es lo contrario
al amor. Así que si queremos que el AMOR –así, con todas sus letras y en
mayúsculas– llegue a nuestras vidas, lo primero que tenemos que hacer es vencer
el miedo a sentirnos vulnerables y a que nos lastimen. Por que sí, ¡no es NADA
cool que nos hieran!, pero tampoco lo es vivir con una armadura porque corremos
el riesgo de que el corazón se oxide (no por nada el máximo deseo del Hombre de
Hojalata en “El Mago de Oz” era tener un corazoncito).
OK, ¿lista para enfrentar la
realidad? Pero más aún, ¿lista para querer cambiarla? Checa qué razones te
hacen más click (las enlisto a
continuación) y enfócate en modificar esos hábitos, vicios y/o creencias que
nos bloquean y no nos permiten fluir (esos los encontrarás en el libro porque
si no lo tendría que transcribir… y eso no va a suceder):
1 Eres una bruja… O cómo la ira y el miedo te impiden
casarte. “Piensas que eres tan lista,
que estás poniendo límites, o quizás eres una curiosa intelectual y te gusta
debatir mucho. Pero la verdad es que estás enojada. Con tu mamá. Con la
farmacéutica. Con Sarah Palin. Pero, sobre todo, tal vez con los hombres. Estás
más que enojada porque pueden lastimarte, porque tienen el poder de rechazarte,
porque parece que prefieren niñas de 23 años en lugar de una mujer poderosa y
encantadora como tú”.
2 Eres superficial… O cómo conseguir lo que quieres y
otras mentiras. “No te conformarás
con algo que sea bueno, tiene que ser ideal. Quieres que se te cumpla cada
deseo y necesidad, de preferencia ahora, al encontrar, salir y desposarte con
la persona que lo tiene todo. Olvides que nadie tiene todo, ¡y menos tú! El
problema del perfeccionismo es que es muy deshumanizante. Hace que veas a los
demás no como humanos sino como objetos o cosas”.
3 Eres una zorra… O por qué el sexo sin compromiso
quizá no te lleve al matrimonio. “No
quiero sonar como político conservador, pero he llegado a una conclusión
similar, aunque por razones completamente diferentes: el sexo casual es la
mayor mentira que haya existido. Siempre será una cosa que trae bebés al mundo,
construye y destruye reinos, y hace que la gente mate a su consorte. Así que si
eres del tipo de mujer que se enreda en relaciones sexuales que no te llevarán
al matrimonio (y tú quieres casarte), tendrás que replantearte tu enfoque sobre
el sexo”.
4 Estás loca… O cómo lidiar con tu Courtney Love
interior. “La locura tiene que ver
con la intensidad. Es estar fuera de control emocional, actuando contra tus
propios intereses en las relaciones; con mucho drama, siendo demandante,
susceptible, celosa, insegura y otros estados psicológicos que los hombres no
buscan como cualidades en la madre de sus hijos. También incluye desórdenes
alimenticios, llorar después del sexo y cualquier otra cosa que imagines que
Courtney Love pudiera hacer”. Dicho de otra forma, “la intensidad es cuando una
relación normal te resulta tediosa”.
5 Eres egoísta… O el matrimonio es cuestión de dar, no
de recibir. “Es cuando te acercas a
los hombres en función de ti misma: cómo te hacen sentir, cómo te hacen ver,
qué llevarán a tu vida o qué no. El egoísmo hace que las personas se comporten
como niños, que quieren lo que quieren cuando lo quieren. Piensan que el mundo
gira en torno a ellos, y no pueden ver cómo sus acciones afectan a los demás. O
pueden verlo pero no sentirlo, o no les importa. Por esta razón, ser egoísta
hace que la vida en común sea imposible. Porque no puedes juntarte (o casarte)
con un niño. Sólo puedes cuidarlo”.
6 Eres un desastre… O necesitas ordenar tu vida. “Está relacionado con tener problemas. Si tienes algo
que no dejarías (o podrías dejar) que el hombre de tus sueños viera, puedes
estar segura de que, al menos en parte, eso contribuye a que sigas soltera. Me
refiere a problemas de conducta, emocionales o psicológicos suficientemente
serios para interponerse en tu camino hacia el altar. Hay una sencilla manera de
saber si algo está afectando tu habilidad para relacionarte, y ésta es si
quieres mantenerlo en secreto. Estar en una relación seria, del tipo que llega
al matrimonio, requiere que te muestres tal como eres”.
7 Te odias… O sólo puedes amar a un hombre en la
medida en que te amas a ti misma. El
autoodio se trata de no ser lo suficientemente bueno. No es que en realidad no
seas suficientemente buena. Es la parte de ti que quiere que creas que no lo
eres, y tiene algunas maneras muy ingeniosas de hacerlo. Suele emerger cuando
lo que quieres está justo al alcance de tus manos… pero, de pronto, se aparece
este zumbido negativo de baja frecuencia. Te convences de que lo que estabas a
punto de alcanzar, eso por lo que estabas lista, va a esfumarse. El autoodio
empieza tu sabotaje”.
8 Eres mentirosa… O cómo te engañas y otras tragedias. Hay mil maneras de mentir en una relación, pero sólo
una importa: cuando tú te mientes. El autoengaño quizá sea la cosa más
destructiva que puedes hacerle a tus prospectos para una relación sana y feliz.
Si no estuvieras autoengañándote, estarías forzada a reconocer todas las formas
en que el sexo casual, la ira, el miedo, el perfeccionismo y la locura afectan
tus relaciones o la falta de ellas. Y no reconocerlas te mantiene atorada”. Una
cosa más: “mentir siempre está motivado por una cosa: conseguir lo que
quieres”. Pero ojo porque “una relación fuerte requiere de dos personas que
sean auténticas, con ellas mismas y con los demás. Un chico auténtico
‘olfateará’ tus mentiras y se alejará”.
9 Eres un chico… O cómo acceder a tu feminidad y
descubrir que eres una joya. “Hablo
de tu feminidad interna. Lo Femenino (sí, con mayúscula) no tiene que ver
necesariamente con encajes, tacones o arcoíris y unicornios. Lo Femenino es
cuando me refiero a algo que tienen tanto hombres como mujeres, de igual manera
que ambos tienen algo masculino. Y así como la tierra tiene un polo norte y uno
sur, los opuestos se atraen. (…) Las relaciones cercanas siempre tienen una
interacción entre estas dos fuerzas, la Masculina y la Femenina. Las dos partes
en una relación no pueden tener el mismo papel al mismo tiempo, al igual que,
en un baile de salón, los dos no pueden ser el que baile para atrás. (…) Un
hombre que encuentre, viva o ame a una mujer que sea muy consciente y muy
centrada en su lado Femenino es, por decirlo de manera simple, un hombre mejor,
más consciente y centrado”.
10 Eres impía… O si pudieras cambiar sola, ya lo
habrías hecho. “El amor es lo que los humanos deben aprender
en esta tierra, si realmente deciden buscarlo en la vida y mirar qué hay más
allá del dinero y los premios. Amar a alguien es aceptar sus defectos. Casarte
con alguien es darle el regalo de ser amado a pesar de sus defectos. Eso te
incluye. El amor significa posibilidades. El espíritu es la solución para tu
supuesto “problema” de soltería: ya sea que haya pocos hombres o que necesites
“establecer” con uno, o incluso si eres de cascos un poco ligeros, el espíritu
hace posible realizar cosas que parecen imposibles, poco probables o en contra
de todo pronóstico. Te dirán que necesitas una pareja que tenga la edad justa o
la belleza adecuada, o tenga el número adecuado de óvulos. Pero el espíritu
dice que eso puede ser cierto, pero no verdad. Hay una diferencia. (…) Como
ves, todo se trata del cambio interno. No importa cómo llegues; podrías
intentar desde un baile espiritual, pasando por la meditación hasta trabajar
como voluntaria en un basurero. Eso es personal”.
De verdad, si tienes 30 años
(o más) y alguna vez te has hecho la pregunta que da título al libro, ¡no
esperes más, y léelo! Está muy divertido, ameno y lo mejor es que te ofrece
técnicas/estrategias/tácticas para cambiar y transformarte (lo cual es
indispensable, sorry) que la misma
Tracy ha probado y comprobado que funcionan a fin de derribar los obstáculos y
vencer los temores que la mayoría enfrentamos o tenemos, y entonces poder estar
abiertas al amor de pareja ¡que por supuesto que merecemos! –y que claro que va
a llegar.