Casi Imposible, dirigida
por Juan Antonio Bayona, trata sobre la historia de supervivencia de una
familia que vacacionaba en Tailandia cuando ocurrió el tsunami (el más
reciente) en 2004. Estamos de acuerdo que a todos nos suena, fue hace seis años
apenas…
La verdad les hicieron un
paro a los verdaderos personajes porque nada que ver con Naomi Watts e Evan
McGregor. Qué buena onda que la película de tu vida la interpreten actores tan
guapos y talentosos, jeje. Hay que mencionar que la pareja real es española,
mientras que en la película se supone que son ingleses. (¿Por qué le
cambiarían?)
Anyways. La trama es de
10 y está basada en una historia real. “Based on a TRUE story” recalcan los
productores cuando empieza la peli.
En esta ocasión sólo
quisiera compartir cinco reflexiones:
El respeto en el
matrimonio: Cuando van en el
avión, entre la pareja de esposos (Henry y María) se suscita la duda de si
habían puesto la alarma a la casa o no. En otros casos hubiera sido “motivo de
pleito” porque ambos afirmaban haber sido los últimos en salir y así… Sin
embargo, NO se pelean. En mi opinión, por el respeto. Porque no se ofenden.
Saben discutir, tener un “argumento” (como dicen los gringous), pero no es como
que él dice: “estás loca, yo fui el último en salir y no la puse”. Ni ella
contesta: “loco tú, tienes mente de teflón, yo fui la última y sí la puse”. En
esta escena no hay violencia en el diálogo ni abuso verbal por parte de
ninguno. Yo quiero una relación así <3
Las “casualidades”: Cuando Henry va a buscar a su esposa María y al
mayor de sus hijos, Lucas, al último hospital, no ve sus nombres en la lista. Pero
cuando estaba a punto de irse, ve una pelota MUY parecida a con la que jugaba
su hijo antes de la gran ola… y decide quedarse y buscarlos mejor. ¿Moraleja?
Todas esas “señales inexplicables” que nos ayudan a tomar decisiones para mí
son “diosi-señas”, algo así como la manera que Dios tiene para comunicarnos
algo cuando no hay apoyo humano. Es decir, como no había alguien que le dijera
“aquí están, sigue buscando”, entonces Dios permite que Henry vea la pelota
para que le caiga el 20, ate cabos y diga “ey, mi hijo estaba jugando eso,
‘algo’ me dice que están aquí”. Creo que hoy en día hemos callado mucho nuestra
voz interior porque todo lo pensamos y analizamos demasiado. Creo que si escucháramos
más esa voz interna, si hiciéramos caso de nuestra intuición, a veces –quizá–
nos ahorraríamos un mal rato. Después de todo, ¿cuántas veces “no nos late” tal
o cual persona o situación y nos ignoramos? Y al final pensamos: “¡ya
sabíiiaaaa que iba a pasar esto!”. Pero no nos hicimos caso…
Los milagros ocurren: No hay imposibles, ¡nada! Si alguien hubiera
escrito esta historia, digamos que si la trama hubiera sido producto de la imaginación
y creatividad de alguien, lo primero que yo le hubiera dicho sería algo así
como: “noooooo, a fuerzas alguien se tiene que morir alguien” o “ni maíz
palomas, ¿todos ilesos? No es creíble. Córtale la pierna o el brazo a alguno de
los hijitos”. Y no es por gacha, pero lo que le pasó a esta familia fue un
milagro, no hay más. Lo mejor fue que vivieron para contarlo. Todos. Los cinco.
Haz el bien sin mirar
a quién: Yo siempre he dicho que
las mujeres, cuando se convierten en mamás, pierden una gran cantidad de
egoísmo. Se hacen más generosas, sensibles, compasivas. En el caso de la peli,
María le pide a Lucas ayudar a un niño chiquito y aunque parezca algo pequeño
porque sólo era UNA persona de entre las miles y miles, para ese pequeño el
mundo cambió. También para su papá cuando lo encuentra. Pienso que la vida sería
otra si viviéramos la compasión a toda hora, sin importar nuestra situación.
Como dice Odín: siempre hay alguien mejor, pero también siempre hay alguien
peor. A esa persona, si podemos y tenemos la oportunidad, hay que ayudarla. No
sólo será ella más feliz… también nosotros. It’s a win-win situation.
¡Quiero ir! He dicho. Este año visitaré Asia, Tailandia
incluida :)
Quién sabe con quién o con qué días de vacaciones, pero eso no importa. Si algo
aprendí con esta película es que lo imposible ¡ES posible!
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