Mi
romance con Mitch Albom comenzó por ahí de 1999, cuando leí “Tuesdays with
Morrie”. Luego leí “The five people you meet in heaven”, “Have a little faith”
y hace no mucho “For one more day” (OMG, qué forma de hacerme llorar, no había
página en la que no lo hiciera). Así que cuando vi “The time keeper” en el
aeropuerto (de Miami) no dudé en comprarlo. Sabía que era garantía… y no me
falló.
El
estilo de Albom es muy particular. Mezcla historias que luego se entrelazan sin
confundir al lector. Es una especie de González Iñárritu literario. Otra cosa
que me gusta es que siempre busca dejar un mensaje de amor, esperanza y fe. Es
una persona muy espiritual. De verdad se los digo: leer sus libros es un
agasajo para el alma.
Este
libro en particular me encantó porque es muy actual. No me dejarán mentir. Hoy
en día “el tiempo” es súper mega importante en nuestras vidas. Hay miles de
frases al respecto, las cuales me permitiré citar (en inglés por obvias
razones): Pass time, waste time, kill time, lose time. In good time, about
time, take your time, save time. A long time, right on time, stall for time. Y
así también hay frases en relación a los días, las horas y los minutos.
A
veces en lugar de vivir la vida, la vida nos vive porque andamos del tingo al
tango, de aquí para allá. Nos hacemos tiempo para lo urgente y no para lo
importante.
Un
detalle que me llamó mucho la atención fue cómo en el libro un personaje quiere
morir, mientras que el otro quiere vivir por los siglos de los siglos. Ninguno
de los dos acepta que el tiempo que tenemos no es nuestro ni nos pertenece. Es
prestado.
Nunca
se me va a olvidar cuando en unas Misiones hicimos un ejercicio en el que
prendíamos un cerillo; el tiempo que le tomara apagarse era el que teníamos
“para hablar con Dios” en directo. Nadie sabía cuánto tiempo tenía porque los
cerillos –believe me– son impredecibles.
Conforme
le tocaba el turno a mis compañeras, yo pensaba en qué iba a decir. “Tengo que
ser breve y concisa”, me dije. Cuando me tocó, prendí mi cerillo, empecé a
hablar, terminé lo que tenía planeado ¡¡y le soplé!! Todas estaban en shock.
¿Como porqué se me había ocurrido soplarle?
Digo:
imagínate que te hubieran dado una entrevista con alguien a quien admires cañón
y te hubieran dicho: “tárdate lo que quieras”. Y tú nada que a los cinco
minutos dices “bueno, sale, gracias, bye”. Suena hasta ilógico, ¿verdad? En
fin, continúo.
Hoy
en día, tristemente, hay muchos suicidios. Seguido escuchamos que "fulanito" o "sutanita" se empastilló, etc.
Por
otro lado, hay personas que quieren ser “forever young” y no en buena onda,
sino en el plan de alargar su vida lo más posible sin importarles los demás. O
de hacer uso de la ciencia en un sentido poco ético… Porque yo no creo que nada
sea bueno ni malo, sino que depende del uso que le demos.
De
hecho, en el libro la técnica para hacer esto (vivir para siempre) es
extremadamente novedosa, pero no me hizo ruido porque creo que a veces exagerar
las situaciones ayuda a transmitir mejor el mensaje.
Ahora
les voy a compartir mi párrafo favorito, que resume por qué no podemos ni
acortar ni alargar nuestra existencia, sino aprender, aceptar y respetar que
todo –¡TODO!– pasa cuando TIENE que pasar.
- “There
is a reason God limits our days”.
- “Why?”
- “To
make each one precious”.
¡¡¡Ese
es el mensaje que me deja a mi este libro!!!: vivir cada día como si fuera el
último, aprovechar cada oportunidad, disfrutar cada cosa que nos pase al máximo
(buenas y malas), sentir cada sentimiento (de alegría o tristeza) como si
mañana (o más tarde) se fuera a acabar el mundo, NUESTRO mundo. ¿Por qué quién
nos asegura que no será así? ¿Quién tiene la vida comprada? ¿Quién sabe cuándo,
dónde o cómo morirá? NADIE.
¡¡¡Por
eso hay que dejar de contar, de escatimar!!! Como la frase que dice Hitch en la
película: “La vida no se cuenta por las veces que respiras, sino por los
momentos que te dejan sin aliento”.
Por
último, les comparto también un párrafo de la dedicatoria de Mitch, que me
quedo como anillo al dedo: “And to my faithful readers, the ones who picked up
this book without even asking what it was about –you are the backbone of my work, and the eyes I
have in mind when I type my sentences. May I continue to provide you a fraction
of the hope and inspiration that you provide me”.
I
love you, Michael <3
muchas gracias por tu sintesis buscaba una razon para leer este libro que no podia encontrar por ningun lado y ya me dejaste picado
ResponderEliminarSaludos y muchas gracias de nuevo