sábado, 15 de febrero de 2014

Wicked

Fue mi regalo de San Valentín ¡y no pudo haber sido mejor! Amé la obra, de verdad WOW, aplausos a los actores, bailarines, músicos, productores, directores y demás involucrados.

El mensaje me encantó, y nada más les digo que Gustavo y yo estamos considerando seriamente que la canción “Por ti” sea nuestra primera ‘pieza’ como marido y mujer. ¡No que estemos presionados! jijijiji, pero a los 30 y tantos ya uno piensa en esos temas, ¿qué les puedo decir?

Sobre la historia, yo ya había leído algo al respecto, pero en el programa no viene (pequeña ‘ventana de oportunidad’), así que al Gus nada más le dije que era de dos brujitas que se hacen amigas contra todo pronóstico. ¡Y bueeeeno! Qué clase de amistad. Yo creo honestamenteque amigos así se cuentan con los dedos de una sola mano. Literal. Glinda y Elphaba primero se caen mal y se lo dicen, pero después abren su mente y su corazón, y empiezan una amistad súper auténtica, en la que cada una es como es, sin apariencias ni mentiras, ¡y que dura para siempre! Qué bendición.

Por cierto, G(a)LINDA se lleva la obra, ¡qué personaje tan cómico! Cecilia de la Cueva está fantástica. El tono de niña fresa y las frases que usa, bueeeno, #ReíMil. Elphaba, por otro lado, nos tocó que la interpretara Ana Cecilia Anzaldúa (no Danna Paola, como yo quería), pero está igualmente magnífica. ¡Qué vocerrones tienen las dos, qué bárbaras! #standingOvation

Sobre el amor, me dio mucha ternura que Elphaba, cuando capturan a Fiyero, hace un conjuro para que no lo hieran: que no le rompan los huesos, que no lastimen su piel… y por eso el galán de la historia se convierte en el hombre de paja. Belive it or not, yo de lo que me acordé –cuando está haciendo la magia– fue de Jesús, cuando le dan de latigazos en la película de “La Pasión”. Casi lloro :( Porque es real que cuando amamos a alguien quisiéramos que no le pasara nada malo, desearíamos poder protegerlo contra todo y contra todos… Un poco lo que las mamás quieren para sus hijos, los enamorados para su media naranja.

En cuanto al affair de la mamá de Elphaba, sólo una cosa: no podemos juzgar la infidelidad, pero al no haberle dicho la verdad a su hija sobre quién era su verdadero padre, frustra la realización –o vocación, por así decirlo– de dos personas; tanto de la brujita como de su papá, el Mago de Oz, para quien el hecho de que Elphis fuera verde y tuviera poderes era un don y un talento, nothing to be afraid/ashamed of... ¡todo lo contrario a lo que escuchó la pobre durante su infancia y adolescencia! Por eso debemos tratar de decir siempre la verdad, más si al decir una mentira (o hacer una grave omisión) afecta la vida y el destino de terceros, como en este caso.

También me gustaría hablar un poco sobre este tema de hacer ‘cosas buenas que parecen malas’ y por las cuales a veces somos juzgados equivocadamente. Yo estoy en una etapa de mi vida en la que evito hacerlo a toda costa porque, como se ve en esta obra, las consecuencias pueden ser fatales; desde el desprestigio y el bullying hasta un despido, un divorcio o el suicidio… O bien, en caso extremo, una muerte fingida ¡con tal de escapar y poder empezar de nuevo! Sobre todo si no se tiene ‘derecho de réplica’. ¡Qué duro!

Por último, otro mensaje que me encantó es la importancia de tratar bien a todo el mundo, porque la vida da muchas vueltas, y como dice Gloria Trevi, no faltará el día en el que alguien nos cante: ‘ahora estás abajo y yo estoy arriba’. Así que qué mejor que ‘hacer el bien sin mirar a quién,  o como dice el otro refrán: ‘trata a los demás como quieres que te traten’ y su espejo: ‘no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran’.
¡Ah!, ya recordé otro: ‘cuidado a quién pisas para subir porque quizá te lo encuentres al bajar’. Y lo digo porque en la obra hay dos o tres ocasiones en las que Personaje 1 le dice algo a Personaje 2, y después de un tiempo, personaje 2 le dice exactamente lo mismo con las mismas palabrasa Personaje 1. Es decir, la vida es un boomerang, y lo que damos se nos regresa. Así que hay que estar alertas y muy conscientes de nuestra conducta para con lo demás.

Ya ahora sí finalmente, ¡el teatro Telcel está padrísimo! Y les cuento con mucho orgullo que, recién llegada de Nueva York, en mi humilde opinión, el teatro en México no le pide nada al de Broadway. Estamos al nivel, lo cual me da muchísisisisisimo gusto; saber que podemos hacer cosas de primera calidad, a la altura de los mejores, ¡qué cool!

Si leíste este post sin haberla visto todavía, ¡no te la pierdas, vale la pena la inversión! Y es súper mega apta para niños. En nuestra función había varios y todos salieron encantados (al igual que los adultos).

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