viernes, 9 de mayo de 2014

The Between Boyfriends Book

“A Collection of Cautiously Hopeful Essays by Cindy Chupack”.

Dos reflexiones:
1- Si algún día escribo un libro –que esperemos que sí–, va a ser como este. El mismo formato me refiero, de puros ensayos.
2- He aquí que las revistas sí influyen (eso va para mí, cuando dudo si lo que escribo lo lee y/o le ayuda a alguien).

Estaba yo leyendo la revista Brides cuando de pronto me encontré con un artículo sobre “lo que nadie te dice de estar casada”. La autora era Cindy Chupack, guionista de la fashionista e inolvidable serie “Sex & the City”.


Lo leí y me encantó. Breve, conciso, divertido, real, honesto. En la nota venía el título de sus dos libros, así que tan pronto llegué a Los Angeles –la siguiente semana– y pisé Barnes & Noble, los compré (junto con el más nuevo de Mitch Albom, ¡que ya tenía!, pero bueno).

Además de la portada supergirly, los ensayos estáaaan… OMG!, qué diversión :) Su forma de escribir y sus aventuras son lo máximo; y los títulos de los capítulos, hipercreativos: “Dating Horrorscopes”, “Carmunication”, “Cupidity”, “Relocationships”, “Eggsistensial Crisis”, “Close-trophobia”, “Retrodating”, “Premature ‘We’-jaculation”, “Lone Rangered”.

Su visión del amor es muy parecida a la mía, y lo que me da más gusto todavía es saber que encontró al hombre de su vida y ya tienen una niña. Se casó a los 38, muuuucho después que todas sus amigas de la infancia, pero está feliz… y se nota.
Para quien esté “in between boyfriends”, es un must. Y para quien no, también.


martes, 29 de abril de 2014

The first phone call from heaven

Amo a Mitch Albom. No lo conozco personalmente (¡ojalá!), pero sus novelas me han hecho pensar, reflexionar, reír, llorar, escribir, platicar… En cada página se refleja su espiritualidad, que no es lo mismo que religiosidad, lo cual se agradece porque sin importar en quién creamos o cómo le digamos, nos identificamos. Al menos yo 100% sí, y me gusta que es respetuoso y amable.

Este libro me encantó por tres cosas:
1)   Tiene un final inesperado.
2)   Su misión es dar esperanza.
3)   Nos muestra por qué no podemos juzgar a los demás.

Albom tiene un gran talento (no por nada todos sus libros son #1 New York Times Bestseller) y para mí consiste en que sabe entrelazar historias de manera única dándoles giros verdaderamente inesperados, lo cual me fascina porque, por lo menos yo, me súper pico y no puedo parar. O según yo quiero hacer trampa y empiezo a ver los renglones de abajo, pero nada... ¡hay que leerlo todo para conectarse!
El segundo y tercer punto van muy de la mano, pero en general sólo quisiera reparar en el daño que nos hace juzgar a los demás. Como dice el dicho: “el fondo de la olla sólo la cuchara lo conoce”.  A veces por un hecho tachamos a la gente de cosas negativas, cuando en realidad quizá su verdadera intención era distinta a los resultados o bien, no tienen la conciencia para identificar que su acción lastima al otro. Siempre de cada historia hay dos versiones, hay que aprender a escuchar ambas, y si por algo no podemos, al menos no juzgar y perdonar, disculpar, que literal quiere decir “quitar culpas”. Cuando lo hacemos, los más beneficiados ¡somos nosotros! Osea que hasta nos conviene.

Otro toque que disfruté mucho de este libro en particular fue la historia del teléfono; cómo Alexander Bell lo creó en su mente y luego en la materia, y la forma en la que tuvo que defender la patente, pues lo demandaron –nada menos y nada más que– ¡¡600 veces!! Además, ¿sabían que las primeras palabras que se dijeron por este medio fueron: “come here, I want to see you”. Y finalmente es lo que queremos decir cuando le hablamos a alguien. Piénselo, ¡es real!
Last but not least, a todos los que hemos perdido un ser querido les digo que debemos estar contentos por la certeza que nos dan la fe y la esperanza de que están en un mejor lugar, lleno de amor. Desde el cielo nos ven, cuidan y procuran, incluso nos pueden aconsejar. Cumplieron su misión, no importa si les tomó 1 minuto o 100 años, su alma vino, hizo su tarea y regresó a la luz, a Dios. Como dijo el Papa JPII (¡Santo JPII!), regresaron a la casa del Padre. ¿Y acaso hay un mejor lugar? I didn't think so.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Carrera Día de la Familia

Muy madrugadores y felices. Nos preparamos y pronto estamos listos para correr nuestra segunda carrera de 10K juntos. Salimos de la casa rumbo al metro Insurgentes. "¿Por qué hay tanta gente afuera"?, pregunta mi Gus. "Pa’ saber", pienso yo. Dos minutos después nos enteramos: ¡el metro está cerrado! "Pppffff, ¿y ahora?", dice mi pinwino; "pues a correr hacia Reforma y luego vemos", respondo yo. 

Lo bueno de nosotros –y una de las cosas por las que ‘nos hemos hallado’ tan bien en estos cinco meses– es porque tanto el Gus como yo somos personas de retos. No digo que nos encanten (es más a gusto que todo fluya), pero no somos nada pesimistas ni negativos. Así que ahí vamos, trotando hacia la avenida más linda del DF. 
Se nos pasa un taxi, pero pescamos el siguiente. Nos dice que nos cobra $30 hasta donde llegue (mmhh), pero no cuenta con nuestra astucia de sabernos atajos para llevar a cabo nuestro plan, que es llegar a Polanco (al hotel Presidente) y de ahí cruzarnos al Auditorio Nacional, donde está la salida.

Al llegar al hotel le pago con uno de $100 y no trae cambio. Pienso que dejarle 70 pesos más es mucho y corro al Seven-Eleven que nos quedó enfrente para ‘romper’ el billete (como dice una amiga).
El cajero me lo cambia por dos de $50 y varios muchachos madrugadores me van cambiando más y más, hasta que tengo $30 pesos cash. ¡Yei!

Corro al taxi, le doy el dinero y pegamos carrera. Le digo al Gus que la actitud del taxista me puso de malas pero que se me olvidó con la buena vibra de los chicos amables de la tienda. Él me explica que están en su derecho de ponerse los moños porque hay gente mañosa que luego les quiere pagar raits de $20 pesos con billetes de $500. Ya si le sumamos pues sí salen perdiendo, ¿no? En fin. Como en todo, pagan justos por pecadores.

Corremos como si fuéramos a recibir herencia, pero no nos dejan integrarnos al carril de corredores. Son 6:57, ¡no puedo creer que lo logramos! Bueno, caaaasi. Estamos a 30 cm.

Para nuestra buena fortuna, alguien gritón le explica al guardia que no se va a atravesar, sino que va a correr 10K. “¡Nosotros también!”, digo y púmbale, nos metemos luego luego. Somos ágiles (y humildes, jaja). Terminamos de calentar y medio estirar, el Gus prepara su iPhone y yo mi iPod (sí pifa, pero quedó todo cucho desde que se mojó en la Carrera de Sport City).

Olvidé mencionar que mientras corríamos del taxi al Auditorio rezamos un Padre Nuestro y un Ave María. La realidad es que en nuestra tierna juventud (bueno, ni tanto) fuimos un tanto ‘mochos’ y algo se nos quedó. Pero además la carrera la estamos ofreciendo por dos cosas: nuestras familias y nuestra futura familia. ¿Así o más cursis, verdad? But we don’t care. Como siempre he dicho, el amor hace nuevas todas las cosas… y participar en las carreras con nuestro “+1” es una más de ellas.

Pasada la angustia del llegar o no llegar a tiempo, el Gus acepta tomarnos una #selfie (elegida por el diccionario Oxford de la Lengua Inglesa como ‘palabra del año’). Smile! 

Y aaaaarrrraaancan.

Como no somos siameses, el Gus me deja atrás más pronto que tarde. Yo voy a mi ritmo. “No entrené nada, lo hago por el gusto de hacerlo, porque tengo piernitas y un poco de condición”, pienso para mis adentros. “Un, dos, un dos… ¡qué frío! Un, dos, un dos… ¿por qué ahora las carreras empiezan a las 7 am. ¡Antes eran a las 8! Una hora es una hora… Un, dos, un, dos. ¡Wow, mis respetos! En silla de ruedas y va más rápido que yo. ¿Será considerado racismo si le aplaudo? Pero le quiero aplaudir… Un, dos, un, dos. A ver si veo al Gus de venida. Un, dos, un, dos. ¿Será que nuestra familia será de 3, 4 o 5? Un, dos, un, dos. Bueno, en el inter la ofrezco por la salud de mi papá, la alegría de mi mamá, la realización de mi hermano, la felicidad de mi cuñada, la salud de mi suegra, la plenitud de mi suegro, la paz de mi segunda suegra, y el gozo de todos sus perrijos: el Max, la Bola, la Motza, el Mateo. Un, dos, un, dos. Creo que neta sí vengo súper lento, ¿qué pex?... Pues ni pex. Un, dos, un, dos”.

Veo la meta. Me apresuro pero un gordito que viene caminando –literal– impide mi entrada triunfal. Me tengo que desviar para no llegarle como carro por atrás. “Assshhh”, me dan ganas de susurrarle, pero no me sentiría bien de agredirlo. Después de todo, la onda de las carreras es ser buena vibra. ¡Ya ni modo! Pero vean qué chafa mi foto de la llegada, ¡ni me veo! #aípalaotra



El Gusi y yo habíamos quedado de vernos al pie de la luna que está en la explanada. No hay acceso, pero nos reencontramos muy cerquita d ahí. Meeting point! “¡¿Cómo te fue, amor?!” Ya saben, cursis y enamorados, intercambiamos experiencias. Selfie por aquí, selfie por acá, ¡y váaamonos! Está aaatttasscaaado de gente, y como nos engentamos fácilmente, decidimos irnos a casa. ¿La rifa? ¡Ñaaa! ¡Hace sueño!

Después de nuestra rigurosa foto del recuerdo (para la cual yo traía otros $50 pesos), tomamos el metro. Cof, cof, cof. “Auch, mi pecho”, expreso –o bueno, me quejo más bien). Rico baño calientito, deli desayuno calientito, camita con cobijas calientitas, ¡mmm! Can’t wait! Se me cierran los ojitos, pero la tos no cede. ¡Qué lata!

La historia terminó en una inyección una semana después. El diagnóstico: enfriamiento en las vías respiratorias. ¡Buh! Pero bueno, eso y unas pastillas, según yo ya estoy del otro lado. Lo único malo es que el sábado no pude correr los 6K del Split de Adidas, ¡qué pena mi caso! Pero primero la salud, ahora –a mis 32– lo entiendo y lo procuro a toooda costa.

Agradezco a Dios la oportunidad de correr, pero más aún de poder hacerlo de la mano (figurativamente) del hombre que amo y adoro, y que es perfecto para mí. ¡Gracias, Gusi, porque juntos somos in-ven-ci-bles!, y vamos por más :) ¡Mucho más!

lunes, 10 de marzo de 2014

El fuerte sexo débil

El pasado sábado 8 de marzo fue el Día Internacional de la Mujer, lo cual me hizo preguntarme: ¿qué es lo mejor de este sexo? Porque no es como que lo elegimos (nadie nos preguntó), simplemente nacimos mujeres, y aunque en tiempos pasados lo hemos padecido, actualmente el girl power se ve y se siente en cada rincón del planeta.  Por eso, en un ejercicio de introspección, cuestioné a algunas amigas sobre ¿por qué rockea ser mujer?, y esto fue lo que me contestaron:

  • “Admiro nuestra fortaleza. ¡Somos unas guerreras!”, María Fernanda González.
  • “Podemos conseguir lo que queramos haciendo pucheros”, Amy Zamudio.
  • “Nos vemos mejor cuando nos arreglamos y podemos ‘tapar’ nuestras imperfecciones”, Mónica Couttolenc.
  • “Tenemos un sexto sentido impresionante y una sensibilidad que nos hace únicas”, Cihui Estrada.
  • “¡Sensibilidad sin culpas! Podemos llorar en una peli, hacer shows y siempre se justifica porque ‘estamos en nuestros días’”, Lili Lamadrid.
  • “Tenemos la capacidad y versatilidad de cumplir diversos roles de la mejor manera. Somos tiernas, apasionadas, creativas, detallistas, observadoras, sensibles, comprometidas”, Mariel Mayora.
  • “Somos intuitivas y sensibles sin dejar de ser fuertes y valientes”, Rebecca Uriarte.
  • “Disfrutamos de muchas atenciones: nos dan el paso, nos abren la puerta, nos invitan a comer, ¡hasta tenemos nuestro propio vagón en el metro!”, Blanca Olivas.
  • “Comunicamos sin palabras lo que pensamos y sentimos”, Dani Castañeda.
  • “Somos multitaskers. Podemos hacer mil cosas a la vez, a diferencia de los hombres”, Claudia Ramírez.
  • “Nuestra fuerza impulsa a los hombres y somos inspiración para los poetas”, Elena Fernández.
  • “Sin importar la edad, siempre podemos vernos superfashion. Cambiamos de ropa, maquillaje, peinado, accesorios y zapatos según la ocasión ¡y listo!”, Isabel López.
  • “No sentimos que nuestro valor como personas esté ligado directamente al éxito económico o laboral… En hombres por lo general así es”, Sandy Rodríguez.
  • “Es muy poco probable que alguien te rete a una pelea a golpes, cosa frecuente en hombres… ¡y las mujeres vivimos más tiempo!”, Sandra Samaniego.
  • “Además de los ladies night, podemos jugar con el color de nuestro cabello, maquillarnos, usar tacones y llorar sin que se vea mal”, Paola Sierra.
  • “¿Alguien ya dijo ‘multiorgasmos’?”, Anónimo.
  • “Lo mejor es nuestra intuición y capacidad de nutrir el alma y el cuerpo”, Elma Arozqueta.
  • “Me gusta que podemos cambiar de look en un solo día y que con unos simples accesorios hacemos que un outfit se vea totalmente diferente”, Aileen Romano.
  • “La parte de nuestra femineidad que nos hace ser sensibles ante la belleza, la naturaleza, conmovernos ante el dolor humano, gozar de los pequeños placeres de la vida, ser empáticas”, Emma Toledo.
  • “Somos más espirituales, tenemos más capacidad de introspección y hoy en día podemos disfrutar mucho más del sexo sin ser juzgadas como ‘fáciles’”, Sofía Rodríguez.
  • “En la actualidad somos más independientes y no necesitamos un hombre per se. Si lo tenemos, bien, pero ya no hay que ‘soportar’ a alguien por miedo a ser señalada como ‘quedada’”, Lucía González.
  • “Ser mamá, dar vida”, Gabriela Rojas.
  • “Sin haberla estudiado, podemos ser psicólogas de todas nuestras amigas ¡y hablar ocho horas seguidas sin problema!”, María Carvallo.
  • “Nos encanta dar el 100% en todos nuestros roles: hijas, hermanas, amigas, estudiantes, profesionistas, novias, esposas, amantes, amas de casa, mamás... ¿algo más?”, Alicia Méndez.
Y a ti, ¿qué es lo que más te gusta de ser mujer? 

sábado, 15 de febrero de 2014

Wicked

Fue mi regalo de San Valentín ¡y no pudo haber sido mejor! Amé la obra, de verdad WOW, aplausos a los actores, bailarines, músicos, productores, directores y demás involucrados.

El mensaje me encantó, y nada más les digo que Gustavo y yo estamos considerando seriamente que la canción “Por ti” sea nuestra primera ‘pieza’ como marido y mujer. ¡No que estemos presionados! jijijiji, pero a los 30 y tantos ya uno piensa en esos temas, ¿qué les puedo decir?

Sobre la historia, yo ya había leído algo al respecto, pero en el programa no viene (pequeña ‘ventana de oportunidad’), así que al Gus nada más le dije que era de dos brujitas que se hacen amigas contra todo pronóstico. ¡Y bueeeeno! Qué clase de amistad. Yo creo honestamenteque amigos así se cuentan con los dedos de una sola mano. Literal. Glinda y Elphaba primero se caen mal y se lo dicen, pero después abren su mente y su corazón, y empiezan una amistad súper auténtica, en la que cada una es como es, sin apariencias ni mentiras, ¡y que dura para siempre! Qué bendición.

Por cierto, G(a)LINDA se lleva la obra, ¡qué personaje tan cómico! Cecilia de la Cueva está fantástica. El tono de niña fresa y las frases que usa, bueeeno, #ReíMil. Elphaba, por otro lado, nos tocó que la interpretara Ana Cecilia Anzaldúa (no Danna Paola, como yo quería), pero está igualmente magnífica. ¡Qué vocerrones tienen las dos, qué bárbaras! #standingOvation

Sobre el amor, me dio mucha ternura que Elphaba, cuando capturan a Fiyero, hace un conjuro para que no lo hieran: que no le rompan los huesos, que no lastimen su piel… y por eso el galán de la historia se convierte en el hombre de paja. Belive it or not, yo de lo que me acordé –cuando está haciendo la magia– fue de Jesús, cuando le dan de latigazos en la película de “La Pasión”. Casi lloro :( Porque es real que cuando amamos a alguien quisiéramos que no le pasara nada malo, desearíamos poder protegerlo contra todo y contra todos… Un poco lo que las mamás quieren para sus hijos, los enamorados para su media naranja.

En cuanto al affair de la mamá de Elphaba, sólo una cosa: no podemos juzgar la infidelidad, pero al no haberle dicho la verdad a su hija sobre quién era su verdadero padre, frustra la realización –o vocación, por así decirlo– de dos personas; tanto de la brujita como de su papá, el Mago de Oz, para quien el hecho de que Elphis fuera verde y tuviera poderes era un don y un talento, nothing to be afraid/ashamed of... ¡todo lo contrario a lo que escuchó la pobre durante su infancia y adolescencia! Por eso debemos tratar de decir siempre la verdad, más si al decir una mentira (o hacer una grave omisión) afecta la vida y el destino de terceros, como en este caso.

También me gustaría hablar un poco sobre este tema de hacer ‘cosas buenas que parecen malas’ y por las cuales a veces somos juzgados equivocadamente. Yo estoy en una etapa de mi vida en la que evito hacerlo a toda costa porque, como se ve en esta obra, las consecuencias pueden ser fatales; desde el desprestigio y el bullying hasta un despido, un divorcio o el suicidio… O bien, en caso extremo, una muerte fingida ¡con tal de escapar y poder empezar de nuevo! Sobre todo si no se tiene ‘derecho de réplica’. ¡Qué duro!

Por último, otro mensaje que me encantó es la importancia de tratar bien a todo el mundo, porque la vida da muchas vueltas, y como dice Gloria Trevi, no faltará el día en el que alguien nos cante: ‘ahora estás abajo y yo estoy arriba’. Así que qué mejor que ‘hacer el bien sin mirar a quién,  o como dice el otro refrán: ‘trata a los demás como quieres que te traten’ y su espejo: ‘no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran’.
¡Ah!, ya recordé otro: ‘cuidado a quién pisas para subir porque quizá te lo encuentres al bajar’. Y lo digo porque en la obra hay dos o tres ocasiones en las que Personaje 1 le dice algo a Personaje 2, y después de un tiempo, personaje 2 le dice exactamente lo mismo con las mismas palabrasa Personaje 1. Es decir, la vida es un boomerang, y lo que damos se nos regresa. Así que hay que estar alertas y muy conscientes de nuestra conducta para con lo demás.

Ya ahora sí finalmente, ¡el teatro Telcel está padrísimo! Y les cuento con mucho orgullo que, recién llegada de Nueva York, en mi humilde opinión, el teatro en México no le pide nada al de Broadway. Estamos al nivel, lo cual me da muchísisisisisimo gusto; saber que podemos hacer cosas de primera calidad, a la altura de los mejores, ¡qué cool!

Si leíste este post sin haberla visto todavía, ¡no te la pierdas, vale la pena la inversión! Y es súper mega apta para niños. En nuestra función había varios y todos salieron encantados (al igual que los adultos).

miércoles, 12 de febrero de 2014

Treinta cosas que toda mujer debe tener y saber antes de los 30

“Por las editoras de Glamour y Pamela Redmond Satran”. Aclaro: editoras de Glamour US, jeje, aunque yo pienso que si las de México hiciéramos un libro, estaría igual de padre.

Desde que supe de la existencia de este libro lo quise leer. Primero en inglés, pero no estaba en Barnes &Noble, y entonces llegó a mis manos en español, que en esta ocasión preferí (primera vez, lo juro) porque lo tradujo mi querida y adorada (y muy extrañada) amiga Sandy. *Lo de extrañada es porque se mudó a L.A, no piensen funeralmente.

Coco Chanel (si mal no recuerdo) decía que la mujer que es capaz de revelar su edad es capaz de su todo. Bueno, pues yo soy de esas: ¡tengo 32!, así que de entrada no me consideraba target de “Treinta cosas…”, pero me animé porque finalmente ¿a quién le hacía daño? ¡Y qué bueno porque me encantó! Los temas son súper variados y el tratamiento que les da cada autora es único.

Me explico: la lista la publicó Pamela hace mil años en la revista Glamour (gringa), luego se hizo hiperfamosa en la web (ya saben, las típicas cadenas), pero la autoría se le atribuía a una tal Maya Angelou (que con su debido respeto, yo nunca había oído mencionar). Entonces lo que hizo Pamela fue “recuperar” SU lista y darle un bullet a diferentes personalidades para que ahondaran en él; lo explicaran, vaya. Así que aquí podemos leer la opinión de un tema en particular de mujeres tan valiosas y exitosas que van desde Sandra Lee, Genevieve Field y Ayana Byrd hasta Bobbi Brown, Taylor Swift, Lauren Conrad y Portia de Rossi. ¡Qué buen rollo!, ¿cierto?

El libro te lo comes de un bocado, por así decirlo. Está súper ameno, divertido, ¡hace reír!, y claro que hubo dos capítulos que me hicieron llorar, ¡muy fuertes las historias! Les agradezco a Suze Orman y Fiona Maazel por compartir. Pero bueno, aunque tengas más de 30 años, ¡anímate a leerlo! Hasta mi novio lo empezó mientras me hacían mi examen de la vista, y llegó a la página 80 (lo hubiera acabado, pero me lo traje a Nueva York para escribir este post en el avión, lo cual estoy cumpliendo a cabalidad).

Para las más curiosas, aquí la lista completa (con su debido comentario personal):

ANTES DE LOS 30 DEBES TENER:

1 Un antiguo novio con el que te imaginas que podrías regresar y uno que te recuerde lo mucho que has evolucionado. Por Genevieve Field. – En mi caso serían: Daniel y Roberto, ¡pero me quedo con mi muñeco adorado GM!

2 Un mueble decente que no haya pertenecido a alguien de tu familia. Por Sloane Crosley. – Yo todavía no invierto en este tipo de cosas. Lo más cercano son mis zapateras y digamos que finísimas no son.

3 Algo perfecto que podrías ponerte si quien te puede dar el trabajo de tus sueños o el hombre de tu vida pide verte en una hora. Por Anne Christensen. – Lo bueno de ser alta, delgada, blanca y de pelo café con rayos dorados es que la mayoría de las cosas que tengo en mi closet se me ven bien. Así que check!

4 Una bolsa, una maleta y un paraguas que no te avergüence utilizar. Ilustración de Mary Lynn Bautista. – ¡Oh!, cuánta sabiduría. Y a esta sí que le he hecho caso. Si hay algo a lo que le invierto es a una buena bolsa (luego les presumo mi nueva adquisición de Michael Kors), mi maleta morada hipercool me hace sentir muy chic cada vez que viajo, y nada más les digo que vengo viajando con un paraguas que compré, súper lindo, porque el que tenía (idéntico) se me olvidó en el cine y para cuando regresé –2 minutos después– ya había cambiado de dueño. ¡En fin!

5 Una juventud que te alegre dejar atrás. Por ZZ Packer. – A mí me alegra que actualmente soy más consciente, más dueña de mis emociones, más responsable, (un poquiiiitito) más tolerante, y que tengo la capacidad de apreciar las cosas y las personas que de verdad valen la pena… Me gusta quien fui, pero hoy soy una mejor versión de mí misma.

“Lo que los 30 significan para mí”. Por Taylor Swift. – Si eres igual de fan que yo, ¡tienes que leerla!

6 Un pasado tan emocionante que te ilusione platicar de él en la vejez. Por Ayana Byrd. – ¡Uy!, este es de mis favoritos. Hay tantas y tantas cosas que puedo contar y reír o compartir y empezar a llorar, que necesitaría muchas horas y muchas orejas que me escucharan. Lo que me puso a pensar aquí fue: ¿cuántas veces he platicado con mis papás de su pasado? Si dijeron “casi nunca”, adivinaron.

7 La certeza de que tendrás una etapa de vejez, así como algo de dinero ahorrado para financiarla. Por Suze Orman. – De mis capítulos favoritos, ¡prometo aplicarme con sus increíbles consejos!

8 Una dirección de correo electrónico, un buzón de voz y una cuenta de banco a los que nadie más tenga acceso. Por Jacquelyn Mitchard. – Para mí esto hoy es como regla, ¡nadie tiene acceso a nadie de lo mío! Pero creo que cuando estás casada las cosas cambian, así que voy a estar alerta, jaja.

“Lo que los 30 significan para mí”. Por Rachel Roy.

9 Un currículo que no exagere tus logros. Por Julie Rottenberg y Elisa Zuritsky. – Yo nada más les digo que mi tercer CV tenía dos páginas llenas: de talleres, cursos, seminarios, diplomados, trabajos temporales, etc. Hoy sé que máximo deben ser de 1 página… & that pretty much stops you from making things up. No que las inventara, pero ya no las magnifico.

10 Una amiga que siempre te haga reír y una que te permita llorar. Por Kelly Corrigan. – Este capítulo me gustó porque a veces estamos casadas con la idea de tener “una mejor amiga”, cuando podemos tener cinco amigas normalitas, pero para diferentes situaciones. Todas las personas nos pueden aportar algo, el chiste es encontrar qué y saber disfrutarlo.

11 Un juego de desarmadores, un taladro sin cordón y un brassier de encaje negro. Ilustración de Mary Lynn Bautista. – Lo último ya (¡y varios!), pero los dos primeros… ¡y los vi en K-Mart, chinteguas! El desarmador estaba divino, todo pinky, pero no lo compré; ya será para la otra. Además creo que primero necesito un martillo para poner mi Vision Board arriba de la cabecera. Mi consuelo es que al menos sé cambiar un foco.

12 Algo ridículamente caro que te compraste sólo porque te lo mereces. Por las editoras de Glamour. – Cuando estudiaba en la universidad, no sabía que especialidad elegir. Había cine, tele, publicidad y organizacional, pero yo estaba clueless porque todo me gustaba y según yo para todo era buena. Entonces el psicólogo me preguntó “¿cómo te ves en 10 años?”, y le dije: “vestida increíble con una laptop”. Así que cuando me empezó a ir bien, por ahí de los 26 años, me compré una bolsa Louis Vuitton, no para lucirla ante lo demás, ¡sino para mí! Y cada vez que la uso me acuerdo de ese momento en el que dije: Bianca, has trabajo duro y has ahorrado, ¡cómpratela! Lo chistoso fue que cuando llegó el estado de cuenta, lo primero que pensé fue que me habían clonado la tarjeta, jaja.

13 La convicción de que te lo mereces. Por Fiona Maazel. – Por mucho mi capítulo favorito (es el que me hizo llorar).

“Lo que los 30 significan para mí”. Por Padma Lakshmi.

14 Un régimen para el cuidado de la piel, una rutina de ejercicios y un plan para enfrentar algunos aspectos de la vida que no mejorarán después de los 30. Por Angie Harmon. – Este capítulo se me hizo súper empowerment en el sentido de que la belleza física se va, pero no por eso debemos descuidarnos, ¡al contrario! Nuestro cuerpo es el vehículo que tenemos para transitar por este mundo… Si le hacemos servicio al carro cada 10 mil km, ¿por qué no hacer lo mismo con nosotros? Pero diario: a través de la comida, la bebida, el sueño, el ejercicio. ¡Digamos sí a una vida + sana!

15 El inicio sólido de una carrera satisfactoria, de una relación romántica plena y de aquellos aspectos de la vida que sí mejorarán. Por Katie Couric. – Dos o tres o cuatro años más tarde de lo que propone el libro, pero voy viento en popa con estos tres puntos, ¡yei! Lo más importante es tener la certeza de que todo pasa cuando tiene que pasar, ni antes ni después. Y no es consuelo, ¡es la verdad! 100%.

ANTES DE LOS 30 DEBES SABER:

16 Cómo enamorarte sin perderte a ti misma. Por Melissa de la Cruz. – Gran capítulo, sobre todo para las que se mimetizan con su pareja, que nunca ha sido mi caso, pero también para las que nos daba terror y pecábamos de egoístas diciendo que era lo más sano. No hay nada más cool que el equilibro entre el amor y la libertad sin apego o codependencia.

17 Cómo te sientes respecto a la idea de tener hijos. Por Rachel Zoe. – Yo admiro mucho a esta mujer, así que este capítulo lo disfruté mucho. ¿Sobre mi postura? Quiero tener hijos –dos o tres o cuatro– con Gustavo, pero si por algo no se da, me gustaría tener la capacidad y la fortaleza de aceptar la voluntad de Dios y no forzar las cosas a grados científicamente poco éticos.

18 Cómo renunciar a un empleo, cortar con un hombre y confrontar a una amiga sin arruinar la amistad. Ilustración de Mary Lynn Blasutta. – Mmmhhhh, still working on this. Los tres me dan miedo, pánico y estrés, y cuando tengo que (hacer algo de lo mencionado), entro en un estado de negación muy cañón. Digamos que este capítulo es “mi área de oportunidad”.

19 Cuándo poner más de tu parte y cuándo dejar ir. Por Kathy Griffin. – No me identifiqué, pero me gustó mucho su historia. Me cae muy bien la gente auténtica y guerrera que no se victimiza, sino que aprende a hacer limonada con los limones que le dio la vida. ¡Aplausos!

20 Cómo besar de una manera que comunique lo que quieres y no quieres que pase después. Por las editoras de Glamour. – Después de 15 años de estar en el juego del dating, done! Bueno, siempre y cuando no haya alcohol de por medio, jaja. ¿Ven? Eso de no haber aprendido a tomar no es taaaan bueno. Los mensajes contradictorios los he mandado las tres o cuatro veces que he estado en estado de ebriedad. Pero bueno, al menos todavía los puedo contar con los dedos de una mano… #noEstoytanMal.

“Lo que los 30 significan para mí”. Por Sandra Lee. – No puedo evitar leer “Sandra Dee”, jaja.

21 El nombre del secretario de gobernación, de tus bisabuelas y del mejor sastre de la ciudad. Por las editoras de Glamour. – ¡Reprobada! En todo, ¡cero! #fatal. Ni siquiera lo del sastre y es terrible. Encontré un lugar pero abusan de lo caro. Anyway, continuaré con la búsqueda… Si saben de alguien, me dicen, ¿eh? Y si yo doy con alguien les paso el dato :)

22 Cómo vivir sola, incluso si no quisieras hacerlo. Por Pamela Redmond Satran. – Yo he vivido sola mucho tiempo, pero sola sola sola, lo que se dice sola, creo que todavía no. Aún así, creo que podría hacerlo, y lo que es más, ¡me encanta visitar amigas que viven solas (sin roomies) en su depa de solteras! There’s something cool about choosing your own furniture and deco style… (even if you still have to deal with the thousand bills to pay each month… with due dates).

23 A dónde ir –ya sea a la mesa de tu major amiga o a una colchoneta para practicar yoga– cuando tu alma necesite alivio. Por Mary Lynn Blasutta. – Una imagen dice más de mil palabras, y Mary Lynn lo sabe. 

24 No puedes cambiar el largo de tus piernas, el ancho de tus caderas o la manera de ser de tus padres. Por Portia de Rossi. – Yo me dedico al tema de la Belleza, entonces siempre hay esta tentación de querer “solucionar” u “ocultar” todos nuestros defectos. La realidad es que, aunque ciertamente tenemos muchas cosas que mejorar, la única forma de vernos y sentirnos más bonitas es aceptándonos como somos y aprender a amarnos sin condiciones. Se requiere de un gran esfuerzo y de unas buenas dosis de humildad y compasión, pero creo que es posible.

25 Que tu infancia pudo no ser perfecta, pero que ya acabó. Por Lisa Ling. – Yo sé que no es fácil, pero por favor, si nos hicieron algo hace más de 20 años, ¡hay que superarlo! Por algo nos pasó, alguna lección teníamos que aprender, ¡y listo! Nada de que a Chuchita la victimizaron, jajaja, por favor. Move on! Hay que aprender a fluir y a saber que, como decía un famoso filósofo: no somos responsables de lo que nos hicieron, pero sí somos responsables de aquello que vamos a hacer con lo que nos hicieron.

26 Qué harías y qué no por dinero o por amor. Por Lauren Conrad. – ¡Uh! Este es un capítulo tricky porque uno cree que sabe ¡y naranjas! Pero bueno, Lauren nos comparte sus experiencias personales y eso siempre se agradece.

27 Nadie se salva por mucho tiempo si fuma, bebe, usa drogas o no utiliza hilo dental. Por Katie Crouch. - ¡Nadie!, ni Phillipe Seymur Hoffman. A mí sólo me falta echarle más ganitas al hilo dental porque me choca sacarme sangre... Digamos que debo aprender a ser más dócil con mis encías.
“Lo que los 30 significan para mí”. Por Bobbi Brown. – ¡Amo a Bobbi! A ella, sus libros y todos sus cosméticos. Me encanta su filosofía pretty powerful.

28 En quién puedes confiar, en quién no y por qué no debes tomártelo como algo personal. Por Liz Smith. – Mi tercer capítulo favorito, ¡esta mujer no tiene pelos en la boca!

29 No necesitas disculparte por algo que no es tu responsabilidad. Por las editoras de Glamour. – Las mujeres somos bien lindas, pero a veces somos medio tontas y nos atribuimos responsabilidades que no son nuestras. Nos colgamos en las espaldas cargas que no nos corresponden, nada más porque somos bien buenas y femeninas. ¡Pues nada que ver! We have to stop doing that. Fuera de los bebés, nadie es responsable de nadie, más que de uno mismo. Soooo deal with it.

30 Por qué la vida comienza a los 30. Por las editoras de Glamour. – ¡100% de acuerdo!

Finalmente, Maya Angelou nos ofrece una lista –ahora sí suya– de 30 cosas que todas deberíamos tener y saber, pero si me gustaron o coincido con cinco se me hacen muchas, así que esa no la voy a transcribir.