martes, 10 de mayo de 2011

Thor

Esto del 3D es lo mío. Ya estaba hacienco corajes porque había olvidado mis lentes (ya no veo de lejos) cuando me di cuenta que no los necesitaría porque en el cine te dan los adecuados para este tipo de películas :)
Thor... ¡me encantó! Yo, honestamente, no había ni siquiera oído hablar de él. Ok, creo que alguna vez supe que era el dios del trueno, pero para nada que era una caricatura o que su “arma” era un martillo. 
La película, al estilo Marvel, está llena de detalles cómicos y mensajes positivos: sobre valores como el espíritu de servicio, la generosidad, la lealtad, la honestidad, la fidelidad, la amistad, el perdón, la solidaridad, y por supuesto, el amor, tanto filial como de pareja. Además como mujer te das un muy buen taco de ojo... 
Las imágenes de Asgard me fascinaron, ojalá todas las ciudades fueran así. El puente multicolor me recordó a Rainbow Bright :) El guardián -ciego- me hizo pensar sobre la ironía de “ver”, no con los ojos, sino con el corazón. Los amigos de Thor me recordaron la importancia de tener cómplices en esta vida, que te apoyen incondicionalmente y que te acepten con tus virtudes y defectos, en las buenas y en las malas. 
El hermano de Thor, Loki, primero me caía muy bien por reservado y prudente, pero no era más que una máscara tras la cual ocultaba envidia, confusión y recelo, sentimientos que lo llevan a la violencia, tanto interior como exterior. 
Creo que esto es un poco lo que pasa hoy en día: hay poca gente auténtica. Más bien nos han enseñado a “encajar”, a pertenecer, a no sobresalir, a ser “normales”. Y eso crea violencia. Por que si no te conoces, no te quieres, no te aceptas, no creces. Es una cadenita. Y lo que vives en el interior se refleja en el exterior: si no te quieres, tampoco al de al lado y entonces viene la crítica, la grilla. Si no te aceptas, vienen los vicios para huir de la realidad que no te gusta. Si no te superas, por lo mismo que no te conoces, cómo puedes ayudar a los demás a crecer, a ser la mejor versión de sí mismos... No se puede. 
Por otro lado, las virtudes -como la sabiduría, la lealtad, la solidaridad, la humildad, entre muchas otras- están representadas en el padre de Thor, el Rey Odín, interpretado magistralmente por Anthony Hopkins. Y como todo buen padre, sabe poner límites, así que cuando Thor los pasa, “lo exilia” al planeta Tierra. 
Y aquí es donde el protagonista aprende a ser humilde y a servir a los demás. Hay escenas muy claras: cuando recién llega pide las cosas gritando, con prepotencia, como creyendo que es deber de los demás servirle. Pero después de que se da cuenta de su realidad (un hombre cualquiera sin los poderes provenientes de un martillo) aprende la importancia de la amabilidad, el agradecimiento, la generosidad, el olvido de sí, el diálogo y el sacrificio. Ah, bueno, obvio del amor también porque se enamora de Natalie Portman (Jane). Nada tonto. 
Una escena que le gustó mucho a Roberto es cuando Thor le explica a Jane los nueve reinos, porque le dice que es como un árbol, el árbol de la vida :) La verdad, desde que ando  con él me he dado cuenta de lo importante que son las plantas para el estado de ánimo. En las ciudad hay tanto cemento, que los espacios verdes se agradecen el doble... 

Finalmente, aunque los enamorados se separan, la película te deja a la imaginación el desenlace de la relación. Yo sigo pensado en qué sería mejor: si Thor se mudara a la Tierra, si Jane se fuera a Asgard (dada la situación actual, va ganando) o si pasaran una temporada aquí y otra allá... ¿Ustedes qué opinan? 
pd. qué lástima que editaron las escenas de Adriana Barraza (pero sí sale en los créditos). 

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