lunes, 14 de mayo de 2012

Nadando con tiburones

Nunca había visto actuar a Demián Bichir en teatro, pero es mi percepción que esa nominación al Oscar le dio un boost a su autoestima y entonces está genial en esta obra, que dirige su hermano Bruno Bichir. 
Alfonso Herrera fue otra revelación para mí porque yo lo ubicaba en RBD cantando pop y nooooo, la verdad es que resultó excelente actor, domina perfecto el lenguaje corporal y hasta se le quita lo guapo durante más de la mitad de la obra (porque hace el rol de un cuate medio looser, jorobado, achicado). 
Ana de la Reguera, súper guapa y sensual, está excelente en su papel de productora que ha "tenido" que acostarse con medio mundo para sobresalir en una industria dominada por hombres. 
Sobre la trama, la triste realidad es que todos nadamos entre tiburones tooodos los días. Hay tiburones más pasivos, otros más salvajes, otros despiadados, pero al final del día todos somos tiburones en potencia. 
Por otro lado, cada vez más me doy cuenta que el trabajo está sobrevalorado. Claro que es súper importante, don't get me wrong. Yo valoro y cuido muchísimo el mío, porque además me encanta (lo cual es una súper bendición), pero en mi opinión la Madre Teresa definió al trabajo perfectamente. Ella decía que era "la mejor distracción", porque perdónenme pero discúlpenme, pero definitivamente hay cosas más importantes. Somos más que aquello que hacemos. Hay otras formas de trascender. Obvio esta el tema del dinero, pero de verdad creo que a veces definimos a las personas por el éxito profesional que tienen, y en mi opinión no hay nada más equivocado. Caras vemos, sufrimientos y abusos no sabemos. Yo prefiero ser feliz que ser directora general de una empresa, prefiero gozar de paz interior que ser presidenta de x lugar... ¿Explico mi punto? ¿De qué me serviría ser Juana Camaney (ja!) si eso significara estar absolutamente sola y amargada? ¡Paso sin ver! Qué padre lograr el equilibrio, pero sacrificar una cosa por la otra... de plano no estoy de acuerdo. 
El poder, el dinero, la fama, sobresalir en el mundo laboral... sí, ok, está padre y todos lo quisiéramos, pero ¿a cambio de qué? ¿Neta de nosotros mismos?, ¿de nuestra tranquilidad, el amor, la familia, los amigos?  

Mi papá dice que el ser humano es malo por naturaleza. Yo al principio lo súper negaba (soy muy optimista, ya ven), pero ciertamente –y con gran tristeza– cada día me doy cuenta que somos buenos (sigo creyendo que mi papá exagera), pero MUY fácilmente corrompibles, traicioneros, mentirosos, rateros... Tenemos el lado positivo y negativo, pero en el mundo laboral el negativo está a la orden del día, más –creo yo– que en el ambito familiar, aunque también ahí somos tiburones. ¿Para qué negarlo? 
Gran obra de teatro que inspira a la reflexión y esperaría yo, hacer una invitación a ser amables con los demás también en la oficina. Quizá no seamos parientes, pero la regla de oro sigue siendo la misma: no hacer a los demás lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros. Punto. 

pd. como dato cultural, la obra es de Michelle Lesslie y está basada en la película de George Huang.
pd2. GRACIAS a mi amiwi Emma por conseguirme estos boletazos :) 

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