miércoles, 23 de enero de 2013

The time keeper


Mi romance con Mitch Albom comenzó por ahí de 1999, cuando leí “Tuesdays with Morrie”. Luego leí “The five people you meet in heaven”, “Have a little faith” y hace no mucho “For one more day” (OMG, qué forma de hacerme llorar, no había página en la que no lo hiciera). Así que cuando vi “The time keeper” en el aeropuerto (de Miami) no dudé en comprarlo. Sabía que era garantía… y no me falló.
El estilo de Albom es muy particular. Mezcla historias que luego se entrelazan sin confundir al lector. Es una especie de González Iñárritu literario. Otra cosa que me gusta es que siempre busca dejar un mensaje de amor, esperanza y fe. Es una persona muy espiritual. De verdad se los digo: leer sus libros es un agasajo para el alma.
Este libro en particular me encantó porque es muy actual. No me dejarán mentir. Hoy en día “el tiempo” es súper mega importante en nuestras vidas. Hay miles de frases al respecto, las cuales me permitiré citar (en inglés por obvias razones): Pass time, waste time, kill time, lose time. In good time, about time, take your time, save time. A long time, right on time, stall for time. Y así también hay frases en relación a los días, las horas y los minutos.
A veces en lugar de vivir la vida, la vida nos vive porque andamos del tingo al tango, de aquí para allá. Nos hacemos tiempo para lo urgente y no para lo importante.
Un detalle que me llamó mucho la atención fue cómo en el libro un personaje quiere morir, mientras que el otro quiere vivir por los siglos de los siglos. Ninguno de los dos acepta que el tiempo que tenemos no es nuestro ni nos pertenece. Es prestado.
Nunca se me va a olvidar cuando en unas Misiones hicimos un ejercicio en el que prendíamos un cerillo; el tiempo que le tomara apagarse era el que teníamos “para hablar con Dios” en directo. Nadie sabía cuánto tiempo tenía porque los cerillos –believe me– son impredecibles.
Conforme le tocaba el turno a mis compañeras, yo pensaba en qué iba a decir. “Tengo que ser breve y concisa”, me dije. Cuando me tocó, prendí mi cerillo, empecé a hablar, terminé lo que tenía planeado ¡¡y le soplé!! Todas estaban en shock. ¿Como porqué se me había ocurrido soplarle?
Digo: imagínate que te hubieran dado una entrevista con alguien a quien admires cañón y te hubieran dicho: “tárdate lo que quieras”. Y tú nada que a los cinco minutos dices “bueno, sale, gracias, bye”. Suena hasta ilógico, ¿verdad? En fin, continúo.
Hoy en día, tristemente, hay muchos suicidios. Seguido escuchamos que "fulanito" o "sutanita" se empastilló, etc.
Por otro lado, hay personas que quieren ser “forever young” y no en buena onda, sino en el plan de alargar su vida lo más posible sin importarles los demás. O de hacer uso de la ciencia en un sentido poco ético… Porque yo no creo que nada sea bueno ni malo, sino que depende del uso que le demos.
De hecho, en el libro la técnica para hacer esto (vivir para siempre) es extremadamente novedosa, pero no me hizo ruido porque creo que a veces exagerar las situaciones ayuda a transmitir mejor el mensaje.
Ahora les voy a compartir mi párrafo favorito, que resume por qué no podemos ni acortar ni alargar nuestra existencia, sino aprender, aceptar y respetar que todo –¡TODO!– pasa cuando TIENE que pasar.
- “There is a reason God limits our days”.
- “Why?”
- “To make each one precious”.
¡¡¡Ese es el mensaje que me deja a mi este libro!!!: vivir cada día como si fuera el último, aprovechar cada oportunidad, disfrutar cada cosa que nos pase al máximo (buenas y malas), sentir cada sentimiento (de alegría o tristeza) como si mañana (o más tarde) se fuera a acabar el mundo, NUESTRO mundo. ¿Por qué quién nos asegura que no será así? ¿Quién tiene la vida comprada? ¿Quién sabe cuándo, dónde o cómo morirá? NADIE.
¡¡¡Por eso hay que dejar de contar, de escatimar!!! Como la frase que dice Hitch en la película: “La vida no se cuenta por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento”.
Por último, les comparto también un párrafo de la dedicatoria de Mitch, que me quedo como anillo al dedo: “And to my faithful readers, the ones who picked up this book without even asking what it was about –you  are the backbone of my work, and the eyes I have in mind when I type my sentences. May I continue to provide you a fraction of the hope and inspiration that you provide me”.
I love you, Michael <3

1 comentario:

  1. muchas gracias por tu sintesis buscaba una razon para leer este libro que no podia encontrar por ningun lado y ya me dejaste picado
    Saludos y muchas gracias de nuevo

    ResponderEliminar