lunes, 12 de diciembre de 2011

Conviction (Hermanos por Siempre)

Es la versión gringa de “Presunto Culpable” y me dio la misma tristeza y coraje que –por gente estúpida– personas inocentes estén tras las rejas. 
En este caso fueron ¡¡¡¡18 años!!!! los que Kenny Waters se aventó en la cárcel. ¿¿Así o más traumante?? Neta yo creo que la (mujer) policía que lo condenó con trampas va a arder en el infierno. O chance y agarra a Dios de buenas, pero ya ni la muela la condenada... 
La película está basada en la vida real, y aunque no ha tenido el éxito que se esperaba, creo que es lo mínimo que se merece Betty Anne Waters, la protagonista: que millones conozcamos de lo que fue capaz por amor a su hermano Kenneth (Kenny). 
Lo que más me gustó es que ella NUNCA NUNCA NUNCA JAMÁS duda de la inocencia de Kenny. Nunca si quiera se pregunta si “chance” lo hizo, no se lo permite nunca, literal, ni en pensamiento ni palabra. Creo que esa convicción, esa seguridad 100% a prueba de todo es lo que la motiva a estudiar y graduarse como abogada para representarlo. 
La fe que tiene también es digna de admirarse. Me traumó cuando le dicen que la evidencia del caso ya no existe ¡¡¡y no se rinde!!! Algo que queda muy claro es que si queremos que las cosas pasen 1) las tenemos que hacer nosotros mismos y 2) tenemos que ir en persona... nunca es lo mismo por teléfono. Ella va y se planta en las oficinas, y ruega y pide y convence y logra. Nunca se rinde. Obvio dedica cuerpo y alma al asunto... 
... y entonces viene la escena más fuerte –en mi opinión– que es cuando les pregunta a sus dos hijos si ellos harían lo mismo que ella estaba haciendo por su hermano; y primero, entre broma y broma, dicen que no y después que claro que sí. Entonces uno contesta: “¿de verdad sacrificarías tu vida entera para ayudarme?” y el otro: “bueno, si lo pones así, no, olvídalo”. 
Ella, traumada. “¿Creen que he sacrificado mi vida por Kenny?” Y pues a lo mejor ella no lo veía, pero la verdad es que sí ¡y al mil por ciento! La neta está cañona porque el amor tan grande que siente por su hermano hace –directa o indirectamente– que pierda a su esposo, a sus hijos (no los pierde al 100% pero dejan de vivir con ella)... Se pelea con la amiga, con la mamá y en síntesis con todo aquel que siquiera insinúe que su hermano es culpable. 
Así como en “Presunto Culpable”, también hay la policía corrupta, los testigos inventados, las amenazas estúpidas, los jueces vengativos, el sistema absurdo... pero también los familiares fieles/perseverantes y los abogados que se la rifan con tal de ayudar a inocentes que ni siquiera conocen. 
Un detalle que también me llamó mucho la atención fue que hablan mucho de la infancia que tuvieron los Waters. Léase que la mamá tenía 9 hijos de 7 diferentes papás, osea ¿qué onda? ¿Así o más de la moral distraída la señora? Entonces los hijos crecieron y se educaron a como Dios les dio a entender, y eso en un pueblo... pues claro que cargan con el estigma de ser niños desatendidos con todos los contras que eso significa (porque sinceramente no veo ningun “pro”). 
Ambos, ya que están grandes, tratan de ser la/el mejor mamá/papá posible, justo para evitar ser como su mamá, pero está cañón... porque los mueve –creo– más el miedo a imitar a la madre que el amor a sus hijitos, que obviamente a ella se le da natural (por instinto, digamos) y él la verdad es que resulta ser un súper buen padre. Me dio mucho gusto que la hija lo perdonara y bueno, se entiende que inician una relación :) 
A Betty Anne Waters toda mi admiración. Porque además, súper humilde, ante la prensa dice que ella sólo se hizo abogada para ayudar a su hermano, pero yo creo que al conocer que hay miles de casos como el de él, se dedica a ayudar a más personas junto con el otro abogado que la apoyó. ¡¡¡Qué padre que haya personas así!!! Me recordó mucho también a la película de Erin Brockovich. Son personas que se apasionan aparentemente por el momento, pero resultan tan talentosas que no les queda más que compartir con el resto ese don que Dios les dio. 

Aplausos al director Tony Goldwyn por tomar el caso y hacerlo película, y también aplausos para Hilary Swank, quien aceptó hacerla por amor y no por dinero (porque la movie es independiente, osea que cero presupuesto hollywoodense).

Last but not least, aplausos para Kenny (interpretado por Sam Rockwell) porque tampoco está fácil aguantar casi dos décadas de encierro. De hecho la película está dedicada a él, y me parece justo, porque si bien Betty Anne se lleva las palmas, es Kenny el que baila con la más fea durante muchísimo tiempo. Y todo para que después de 18 años le digan "usted disculpe". No mam... Pero qué bueno que ya está gozando al 100 su libertad y su familia :) 

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