martes, 27 de diciembre de 2011

La Femme Nikita

En honor a mi papá, quien insistió durante AÑOS para que viera la serie completa.
¿300 veces? 350, 400 o quizá más me pidió, imploró, suplicó mi papá: “¡¡Ve la Femme Nikita!!”. ACLARACIÓN: No la nueva, sino la que protagoniza Peta Wilson. Era como una obsesión; cabe mencionar que cuando yo ocupaba dinero o algún favor, le mandaba un mail firmado por La Femme Bian-kita y mi papá no podía resistir J Pero no la veía (la serie), era puro truco mío.
Finalmente, hace dos años que fuimos a Phoenix, mi papá compró todas las cinco temporadas y se las tomé prestadas. La verdad prefería ver “Sex & the City” o “Gossip Girl”, pero como mi papayo insistía, me di a la tarea de empezar a verla.
Al principio fue chistoso porque, les comparto, la teoría de mi papá es que yo me meto en muchos problemas porque hablo de más, soy muy sincera, muuuuy sensible y todo me lo tomo muy en serio (no tanto personal, sino en serio, que según yo no es lo mismo). Entonces cuando le contaba que en el trabajo me habían regañado o llamado la atención o que me creía la abogada y defensora de todas las almas y causas periodísitcas, antes de darme cualquier consejo, lo primero que me preguntaba era si ya había visto Nikita. No pude más con la presión…
Cuando la empecé a ver le reclamé porque le dije que Nikita era como yo: muy humana, sensible, preocupada por los demás, buena onda, ilusa, inocente, llorona, enamoradiza… Y entonces sufría igual o más que yo porque los jefes de Section One eran peor que los míos (del Reforma, aclaro).
Avanzadas las temporadas, Nikita sufre un cambio, o bueno, en teoría porque luego salía que era actuado con el fin de sobrevivir ese infierno. Pero ahora, para hacerlo diferente (el escrito sobre mi opinión), procederé (soné a tránsito) a analizar personaje por personaje, empezando por Michael, el objeto (sujeto más bien) del afecto de Nikita.
MICHAEL (Roy Dupuis): ¿Así o más callado? A ese hombre le comieron la lengua los ratones, a grado tal que de repente desespera. Su rostro no muestra una sola emoción NUNCA. Creo que en las cinco temporadas sonríe un total de cero veces. Lo peor es que cuando veía las “deleted scenes” sí se reía o contaba algún chiste, pero en la serie es un ser humano sin sentimientos, aunque la realidad es que se súper enamora de Nikita, osea que sí tenía. Me shockeó mucho cuando ella le dice que no lo ama, él se corta el lagrimal con una navaja. ¡¡Pues claro, el pobre no ha usado esa “herramienta” en siglos!! Necesitaba de ayuda para mostrar su tristeza, y bueno, se raja la cara y llora sangre, literal L. Al actor no lo he vuelto a ver en ninguna serie ni película… Raro porque actúa bien. By the way, se ve MUCHO mejor de pelo corto. No sé por qué algunos hombres creen que se ven sexys con el pelo largo, NOOOOOOOT.
MADELINE (Alberta Watson): Es la jefa más bitch que he visto en mi vida, pero mis respetos para sus conocimientos y la forma tan perruna de aplicarlos. Es una master de la manipulación pero en una forma que no es muy frecuente, es decir, directa. Ella no se anda por las ramas, ¡¡a lo que le truje chencha!!, aunque eso no le quita lo manipuladora. Su papel es como una especie de psicóloga pero igual, sin remordimientos ni culpas ni meditaciones. Tiene muy claro siempre su objetivo y le vale lo que tenga que hacer/decir para lograrlo. En las cinco temporadas sólo hubo un capítulo en el que me hizo llorar, que es cuando acepta “hacerse más humana” (obvio dentro el marco de una misión) y se enamora de un señor al cual matan y entonces llora y llora y llora. Fuera de ahí, she’s a total bitch que, además, tiene sus “queberes” con el jefe… Comentario: Le UUUUURGEENNN TOOOODOS los productos Kérastase posibles. OMG el nivel de maltrato de cabello que maneja. Ya me hice la nota mental que si algún día lo llegara a tener así (cancelado tres veces) ¡¡me rapo como favor a la humanidad!!
OPERATIONS (Eugene Robert Glazer): Es el jefe de Section One. Pobre porque es una chambota, ya que sobre sus hombros está la responsabilidad de todas las misiones, los “operatives”, y bueno, en teoría la salvación del mundo, el cual evita a toda costa caiga en manos de terroristas, que brotan como flores en primavera. En el fondo no es tan malo, pero su reto es no mostrar un solo sentimiento jamás porque se interpreta como signo de debilidad. Quiere mucho a Michael, Madeline es su segunda-de-abordo-amante-consejera y Nikita no es santa de su devoción desde el principio, por lo cual le mete el pie miles de veces, pero bien que mal se toleran mutuamente. En la sección reina el amor apache, porque como que todos los “empleados” lo odian pero lo respetan, dado que sí es muy bueno en lo que hace. Durante la serie se avienta varias puntadas que hacen que salga su lado humano y al final hace un acto heróico que lo limpia de toda culpa, bueno, de casi toda.
BIRKOFF (Matthew Ferguson): Seymour o Jason, da igual porque es el mismo actor. ¡Muy bueno! Es el súper master de las computadoras, medio tímido, introvertido, pero eso no le quita lo fregón. Desgraciadamente una creación se le sale de las manos y es como llega su hermano, que es mucho más cool, ligador y desenfadado, pero igual de genio para eso de la tecnología. Su amor platónico es Nikita, ¡¡y se le hace!! No con la real, sino con una estafadora, pero bueno, lo bailado nadie se lo quita.
WALTER (Don Francks): Era un viejito súper alivianado, enamorado de Nikita. Es curioso, pero todos se enamoran de ella. Daniel decía que a mi papá la serie en realidad le enloquecía por Peta Wilson, jaja, es que sí está muy guapa. Pero bueno, como decía, este hombre era muy buena onda, fresh, relajado, y si estaba en sus manos, ayudaba a quien se lo pidiera. Me gusta que a pesar de que es de los que más años tenía en la sección, conservaba ese corazón limpio y un tanto inocente. También era súper sentimental, lo cual lo metía en muchos aprietos.
NIKITA (Peta Wilson): Es una fregona ¡¡¡y además está guapísima!!! Cambia de looks y a cuál más de todos, siempre se ve bien. Fuera de lo físico, durante la serie cambia cañón. Se vuelve –en teoría– más “pensante”, más bitch, menos sensible. Al principio mete mil patas porque se deja llevar por las emociones pero conforme pasa el tiempo aprende que ser buena no la lleva a ningún lado, entonces se hace una tremenda coraza y debo decir que son los capítulos que más me gustaron porque le sale el black swan que tod@s llevamos dentro. Al final del día pasan cosas medio fumadonas, pero se termina quedando con la chamba de Operations. Creo que este podría ser catalogado como el ascenso más costoso –en términos sensibles– de la televisión porque la pobre tiene que sacrificar su vida personal con tal de triunfar en su profesión/carrera a petición de su padre, quien hace un sacrificio muy cañón, así que ni cómo decirle que no. Otro de los aspectos que más me gustaron es que le sabe sacar provecho a la sensualidad con tal de lograr sus objetivos, es decir, en lugar de que ser mujer sea un problema (por el tema físico, etc.) ella hace que sea un plus. Y está padre que aunque de repente es medio masculina, como que en la intimidad de su casa o con Michael y sus amigos, es muy femenina. Se me hizo padre esa bipolaridad, sobre todo porque no es con las personas en sí (ella siempre trata de ser buena onda), sino es más bien una actitud la que toma en la oficina y otra la que toma en la vida cotidiana, que obviamente es la menos, pero bueno, la tiene. Yo creo que el mensaje al final del día es que podemos tener sentimientos, ser buenos, cuidar a la gente, respetarla y al mismo tiempo saber claramente lo que queremos y lo que necesitamos –y no– para lograr nuestros objetivos. Hay que buscar el equilibrio, el balance, pensar antes de hablar, pero al mismo tiempo no exagerar en ser negro o blanco... a veces el gris no es tan malo como nos dijeron. Hay que valorar las circunstancias y entonces decidir, elegir, pero siempre tomar en cuenta todas las variables. Como reza el dicho: “ni tanto que queme al santo, ni tanto que ni lo alumbre”.
Cuando vuelva a tener una perrita, le voy a poner Nikita J

No hay comentarios:

Publicar un comentario