jueves, 8 de septiembre de 2011

Senna

Sinceramente, de los mejores documentales que he visto. Obviamente salí con el corazón apachurrado porque la muerte de personas así –jóvenes, exitosas, líderes, triunfadoras, carismáticas– siempre pesan. 
El documental empieza hablando sobre los inicios de la carrera de Ayrton Senna, piloto de la Fórmula 1, de quien –honestamente– en mi vida había oído hablar (increíble, pero cierto). 
Los primeros minutos son esenciales porque te transmiten perfecto la pasión que Senna sentía por las carreras. Era un deporte riesgoso, pero lo hacía sentir vivo, lo hacía FELIZ y desde chico lo supo. Lección 1: Qué maravilla descubrir tu vocación, y más siendo tan joven. 
Cuando “crece” (personal y profesionalmente hablando) surge una fuerte rivalidad con Alain Prost. Lo curioso es que eran del mismo equipo, pero cuando tienen oportunidad, se separan y la única condición que pone Prost en su nuevo contrato es que no quiere volver a tener nada que ver con Senna. Lección 2: cuando destacamos (y le quitamos el lugar a alguien más), la envidia es muy natural. Hay que aprender a lidiar con ella y saber distinguir entre la persona y el puesto, y no hacer cosas de las cuales nos podemos arrepentir después. 
Hay una escena que me encantó en la que están “criticando” a Senna por su forma de conducir, como que lo tachan de imprudente y tal, y él contesta que ¡compite para ganar! Lección 3: cuando algo nos apasiona, no hay medias tintas. De hecho no debería haber medias tintas para nada en la vida. O somos o no, o vamos o no, o lo hacemos o no, o lo sentimos o no. El mensaje es ¡di no a la mediocridad, al conformismo! Hay que salirnos de nuestra zona de comfort y dar el máximo esfuerzo en cada prueba de cada día (esto del “máximo esfuerzo” está muy bien explicado en el libro “Los Cuatro Acuerdos”, de Miguel Ruiz). 
Otra escena que me hizo pensar cañón es cuando dice en una entrevista que le queda mucho por hacer, mucho por lograr, pero que tiene “plenty of time”, que le gustaría pensar que apenas va a la mitad de su vida... y pues ya vimos que no. Lección 4: “Nadie sabe el día ni la hora”. Claro que hay que planear (estaría muy cañón vivir “al día”), pero tenemos que tener conciencia de que cualquier día podemos “marchar”. Por eso NO hay dejar pendientes importantes para mañana: si tenemos que pedirle perdón a alguien o cosas por el estilo, no hay que dejarlo para “el final” porque quién sabe cuándo llegue. 
Unos días antes de ir a ver el documental, leí (en Top Magazine) que un señor que conocía a Ayrton dijo que el día que murió, comió con Prost. Incluso al final de la película sale que la hermana creó una fundación para ayudar a niños brasileños y una de las figuras principales de la organización es el mismísimo Prost. Lección 5: La madurez trae sabiduría y con humildad, las cosas cambian. Cuando se acabó la tremenda rivalidad (que además causaba mucho raiting), los pilotos se dieron oportunidad de conocer a la persona, al ser humano. Y para que se diera una amistad, se requería de humildad, la cual ambos tuvieron :) 
Hablando de Brasil, me acordé mucho de México. Países tan fracamente fregados en tantos sentidos, y cómo el éxito de alguien más nos levanta el ánimo. Senna era un héroe en su país, su funeral se ve que estuvo impresionante. ¡Era un ídolo! Lección 6: Como nación, nos llena de orgullo ver que alguien SÍ puede hacer la diferencia, que aunque sea UNO, sí hubo alguien que se atrevió a hacer su sueño realidad. Ejemplos mexicanos: Ana Gabriela Guevara, Lorena Ochoa, Hugo Sánchez, el Chicharito...  
Otro punto es que a lo largo de la película se ve que Senna hacía mucho corajes “por culpa” de los directivos de la F1. Incluso en una entrevista dice que el mejor recuerdo de una carrera es cuando era chico, cuando era la habilidad de un piloto contra el piloto, sin tanta política. Lección 7: La política, aquí y China, es una cochinada que sólo se presta a juegos de poder, berrinches, monopolios, chantajes, jugarretas y corrupción. 
Algo que nos llamó la atención tanto a Emma como a mí fue ¡¡¡la guapura de este hombre!!! Oh, myyyyy! Todo mi tipo :) Y como era de pensarse, pues andaba con la chava que quisiera. Me dio mucha risa ver a Xuxa porque ¡¡yo era su fan!! (ilarilarilarieh, oh, oh, oh...) Lección 8: La gente bonita atrae gente bonita. Eso de que “cuando estás sano te pasan cosas chidas” (I hate that word!) es una realidad. Obvio que el cuate estaba forrado de dinero, pero además era súper amable, galán, carismático y cero dejado; era súper educado pero nadie le tenía tomada la medida. Lo que pensaba, lo decía. Eso me encantó. ¡De verdad lo tenía todo! 
La escena más triste, en mi humilde opinión, es la de su muerte :(  Lección 9: “Cuando NO te toca, aunque te pongas; cuando te toca, ni aunque te quites”. La frase favorita de la gente que sí sabe del tema es que a Senna “se le acabó la suerte” porque la curva en la que se mató ni siquiera era la más peligrosa. Yo no sé qué pensar. Por un lado creo que Dios permitió esta desgracia por un bien mayor (ningún otro piloto se ha muerto en las pistas), pero por otro pienso que a lo mejor la vida de Senna estaba planeada para terminar así. ¿Pero a los 34 años? ¡Buh! Lo que sí es que NO puedo pensar en un Dios que nos quiera frustrados, insatisfechos. Que cuando lleguemos al cielo le digamos: “ey, me faltó casarme, tener hijos, hacer mi fundación”... Tengo issues en ese sentido... no sé hasta dónde es destino-voluntad-de-Dios y hasta dónde es neglicencia humana, por así decirlo. 
Finalmente, creo que la mayor enseñanza de la película (la lección 10) es que hay que aprender a seguir nuestros instintos. Igual y está muy trillada la frase, pero un día antes de que Senna se matara, ya se había muerto otro piloto. Además, no se sentía satisfecho ni seguro con el carro. Hay una escena en la que le explica a los técnicos todo lo que le falla, pero no quiere renunciar ni darse por vencido porque sabe que la gente confía en él, que la nueva escudería apostó por él, que no puede defraudar a su gente y SOBRETODO, no quería defraudarse a sí mismo, ¡¡tenía mucha sed de victoria todavía!! Entonces creo que su accidente es un gran motivo (el momento perfecto) para aprender a escuchar nuestro corazón y si “algo no nos late”, pues hacernos caso. Más aún cuando tenemos “armas” que nos hacen dudar o sentir miedo (del tipo paralizante), lo cual sólo aumenta las razones por las cuales obedecer ese “hunch” que sentimos.  
Senna, donde quiera que estés, ¡¡fuiste un grande!! Gracias por tu testimonio de fidelidad, fortaleza, valentía, humildad, espíritu de lucha y pasión. ¡Toda mi admiración! :) 

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