miércoles, 29 de junio de 2011

Un día más

Lloré y lloré y lloré y lloré. En los pasillos de Televisa, en El Globo, en mi carro, en el metro, en el Metrobús, lloré y lloré y lloré con este libro. 
Les cuento: Mitch Albom (el autor) estudió periodismo en Columbia y es –principalmente– narrador deportivo (escritor y locutor). Pero un buen día, el rabino Morrie le pidió que hiciera su “eulogy” (lo que alguien lee cuando te mueres). Cuando falleció, publicó “Tuesdays with Morrie”, un gran libro, cuyo éxito lo sorprendió. 
En “Have a Little Faith” (que también les recomiendo ampliamente), Albom aborda la vida del pastor Henry Covington. Y en este libro, “Un día más” (For One More Day, en inglés) el turno es para Charley Benetto. Es decir, no escribe novelas, ni ficción, sino que descubre historias dignas de contar y lo más padre es que lo hace en primera persona. Como que dice: “Lector, esta historia es taaan impresionante, que si no la oyes 'de viva voz', directo de a quien le pasó, no la vas a creer”. Y ya me di cuenta que me gusta mucho este estilo, como que me involucra más :) 
Ahora sí, me voy a desahogar. 
“Espero que nunca oigas estas palabras. Tu madre. Ha muerto. Son distintas a otras palabras. Son demasiado grandes para caberte en los oídos. Pertenecen a un lenguaje extraño, fuerte y poderoso, que retumba en un lado de tu cabeza, una bola de demolición que cae sobre ti una y otra vez hasta que finalmente las palabras abren un agujero lo bastante grande para meterse en tu cerebro. Y al hacerlo, te parten en dos”. 
Believe me. I know. I know someday this is going to happen. The only thing we know for sure is the fact that we are going to die. ¡No hay de otra! 
Cuando tenía más o menos 11 años, rezaba para que yo me muriera antes que mis papás, porque consideraba (todavía) que aquello sería lo peor que me podría pasar. Tiempo después tuve un sueño, en el que a mí me disparaba un francotirador (jajaja) en una papelería. No iban por mí, pero era “daño colateral”. Y me acuerdo que en el sueño vi que llegaba mi mamá, y lloraba y lloraba y lloraba, y yo no podía hacer nada!!! Me acuerdo que veía la escena, como desprendida de mi cuerpo, y le decía a mi mamá: “estoy bien, estoy mejor, no llores”. Pero no me oía. 
Me partió tanto el corazón que desde ese día cambié de opinión, y aunque al final sólo Dios sabe, acepté el hecho de que quizá sean ellos los que “se vayan” primero. 
Nunca he soñado que mi mamá se muere, pero sí que mi papá, y créanme, las lágrimas fluyen, brotan y salen sin control, esté dormida o despierta. Obviamente cuando me pasa dormida, me despierto... Yo creo que esta pesadilla la he tenido unas cinco o seis veces (según, alguien me dijo, que significa “boda”, pero no veo claro, jeje). 
Con mi mamá me pasa diferente. Cuando me voy de la casa (o ella, la que salga primero) pienso: “si se muere (o me muero), ¿está todo bien?”. Osea, digamos que me aseguro que mis últimas palabras (en caso de que lo sean) no sean una mentira o una mentada murmurada o una jetota. No siempre lo logro. La verdad es que es “muy mamá” (osea enfadosa y preocupona), pero sinceramente sí trato de estar bien porque “uno nunca sabe”. Diría mi papá: “cuando te toca, te toca”. Y uno no sabe cuándo es esto. Entonces me protejo. 
¿Y de qué me protejo? Precisamente de lo que le pasa al protagonista del libro. De la culpa. De lo mortalmente afectado que te deja el hecho de saber que fuiste un hijo... pues sino terrible, al menos bastante malagradecido. 
Chick, como le llaman a Charley de cariño, hace una lista de “Las veces que mi madre mi apoyó” y “Las veces que yo no apoyé a mi madre”. Oh, God! Lloré y lloré y lloré en cada caso (en las dos listas). En una parte, Chick dice que el amor de tu mamá es el más puro que vas a tener jamás. Y lo feo, lo horrible y lo espantoso es que en la mayoría de los casos no lo valoramos porque lo damos por sentado. “Así debe ser”, así que nos valen todos sus sacrificios (porque, para empezar, ni los vemos). 
Lo que él dice, y que estoy de acuerdo con él, es que los niños se esmeran por conseguir y agradar a la figura que “se puede ir”. En las familias disfuncionales, cuando un papá “obliga” al niño a decidir (lo cual está pésimo) si ser “hijo de mamá” o “hijo de papá”, el niño usualmente optará por ganarse el amor que no es seguro. Puede ser el de mamá o el de papá. En este caso fue el la mamá, pero igual conozco casos que es al revés. El reto es que “esa persona” me quiera y me necesite tanto como yo a él/ella. Y ahí es cuando el niño tendrá una enorme culpa al final de la vida, cuando se de cuenta que no valoró (y mucho menos agradeció) el amor del padre incondicional. 
Yo, gracias a Dios, tengo la fortuna de tener al papá más increíble de este planeta y a la mamá más noble/dedicada de esta tierra. Yo a veces digo que mi mamá es Martir Toni, jaja. Y mi papá me ha enseñado muchas cosas que agradezco con todo mi ser. Digamos que, depende qué carreta se me atore, marco speed-dial a mi mamá o mi papá, pero ambos son incondicionales en mi vida. Por ejemplo: si me quieren llevar al corralón, le marco a mi mamá; si me quieren sacar del jacuzzi del Cid de la Marina, le marco a mi papá; si necesito partirme en dos por cuestión de tiempo, le marco a mi mamá; si me peleo con el novio, le marco a mi papá... 
Pero yo creo que la razón por la que lloré y lloré y lloré es porque me di cuenta de lo “gacha” que puedo llegar a ser con mi mamá. Dicho de alguna manera, me llevo mejor con mi papá, coincido más con él, con su visión de las cosas. Además vive lejos, no lo veo diario. 

En cambio, mi mamá es “la que intensea”: con la comida, con la puntualidad, con el sueño (que no me desvele), con la limpieza y el orden de mi recámara, con la ropa (de chiquita me traumó; me decía que si  me manchaba ya no me la podía poner nunca!!). Pero también es la que me oye diario, cuando llego contenta y cuando llego triste, la que me prepara mis ensaladas, la que pone el café antes de irse, la que lava y mantiene la casa impecable y funcionando, y el refri lleno. 
Un tema muy espinoso en el libro es el tema de las divorciadas: cómo eran vistas y tratadas antes. Y si aún hoy “lo padecen”, antes era mucho peor. Aquí puedes ver, por ejemplo, como por ser divorciada, las señoras te ponían las cruces y te dejaban de invitar a las reuniones sociales. Creo que a mi mamá le tocó padecer un poco este estigma porque cuando mis papás se divorciaron no era la moda (como parece que es hoy) ni mucho menos. 
Como fue una sepación bastante civilizada (gracias, papás!) yo creo que mi hermano y yo nunca nos dimos cuenta, pero ya de grande analizas muchas cosas y “atas cabos”. No debe haber sido fácil... Buh! 
Por otro lado, verán (advertí que me iba a desahogar). Después de los 15, los cumpleaños me daban bastante igual. Como que pensaba: “pues sí, nací, ¿y luego? No soy la Madre Teresa, no soy un genio (tengo uno, eso sí, jejeje). ¿Pero cómo para qué festejar?”. 

Este año, mi mamá no estuvo en su cumpleaños (17 de abril), pero me súper esmeré y le compré dos regalitos y una tarjeta. De repente, en la noche, me entró como la melancolía y desde ese día tengo una nueva teoría. No es que a ti cumpleañero te de gusto haber nacido y por eso hay fiesta, sino que es la alegría que provocas entre los que te rodean lo que hay que festejar. 
Como el Hijo Prodigo. Regresó, ¿y luego? ¡Pues había que hacer fiesta porque su papá estaba feliz! ¡Porque estaba perdido y volvió a vivir! Yo siento que los cumpleaños son algo así. A uno puede valerle, pero a la gente que te quiere le importa y te llama y te felicita porque quiere que sepas que eres especial y que qué buena onda que naciste, que la hiciste, que eres su amigo. It’s a way of letting you know that is good to have you around. 
Digo esto porque la última vez que Chick vio a su madre fue en su cumpleaños 79 :( 
En conclusión, seguí con el “jaraquiri” de leer este libro (a pesar de que en facebook me recomendaban lo contrario) porque creo que de repente es muy bueno y se agradece que haya “algo” (llámese un libro, una obra, una película, un amigo) que te diga “ey, ¿vas bien?, ¿te gusta como vas en este aspecto de tu vida?, ¿estás preparado para enfrentar estos momentos?, “¿crees que puedes ser mejor?, sí, ¿cómo?”... 
En mi humilde opinión, es muy loable que, a través de tu experiencia, invites a la gente a motivarse, a valorar la vida, a ser agradecido, a vivir cada día como si fuera el último. Pero sobre todo, a saber que cuando la riegas es indispensable, sí, disculpar al otro, pero sobre todas las cosas, perdonarte primero a ti. A veces la gente que se suicida o que se amarga no es por culpa del otro (de hecho nunca), sino que es un reflejo de la falta de capacidad que tienen para perdonarse a sí mismos. Eso es lo que distingue a una persona que la regó y sigue, a una que metió la pata y se perdió. 
¡Se me acaba de ocurrir el ejemplo perfecto! Pedro y Judas. Yo, en honor a la verdad, creo que está peor que tu mejor amigo te niegue en tus narices tres veces; mínimo el otro no era el primero en decirte que te amaba, que quería irse contigo. Tanto Pedro como Judas traicionaron a Jesús. La diferencia es que Pedro lloró y se arrepintió y se perdonó, y Judas no se atrevió ni a pedir perdón ni a perdonarse, y se mejor se suicidó. 
Este es un libro que te invita a ser –simplemente– una mejor persona: dueño de ti, servicial, agradecido con tus padres. Y por eso me encantó, aunque debo confesar que me agotó (cuando lloro, me canso), pero si tienen chance, léanlo. No se van a arrepentir :) 

pd. **Casi lo olvido!!! Me gustó muchísimo el detalle de que a Posey, la mamá de Chick, le encantaba darles notitas a sus hijos. Yo tengo la impresión que voy a ser igual :) 

sábado, 25 de junio de 2011

The Dilemma (El Dilema)

Siempre he creído que los primeros minutos de una película son cruciales, y esta vez no fue la excepción.
¿Cuánto tiempo necesitas para conocer a alguien? Yo coincidí con quien dijo: nunca acabas. Porque siempre surgen nuevas situaciones, nuevos personajes, nuevos problemas, nuevas alegrías, nuevo retos. Lo único constante en la vida es el cambio.
Hace mucho tiempo que no me reía tanto por una película. Literal reí sin control. Aplausos para todos los actores, todos muy bien en su papel.
Por otro lado, me gustó mucho que abordaran un tema tan crítico, como es la infidelidad, desde un punto de vista divertido y ameno. En cuanto al tema central, yo, la verdad, si viera al marido de una amiga poniéndole el cuerno, no le diría.
Primero, porque creo que eso de “kill the messenger” es una realidad. Dos, porqué después ¿qué sigue?: ¿le sugieres que se divorcie?, ¿qué lo chantajée?, ¿qué vayan a terapia de pareja?, ¿que finja que no pasa nada?, ¿que “hable con él”? Yo creo que mejor cada quien sus cubas. Una cosa es que tú lo solapes (eso no haría) y otra cosa es que hayas tenido la mala suerte de cacharlo.
En honor a la verdad, soy una fiel creyente de la benedicencia, no porque sea Sor Bianca ni mucho menos (de vez en cuando también disfruto echarme un taco de “lengua”), pero creo que no puedes criticar porque NO PUEDES JUZGAR. Nadie conoce la verdad absoluta de la otra persona. NADIE.
Y esta película sustenta bastante bien mi teoría. El personaje de Vince (Rooney) jura y perjura que su amigo Nick (Kevin James) es lo máximo, que tiene un matrimonio padrísimo (con Geneva), ¿y cuál? No sólo la esposa le pone el cuerno, sino que descubre que todos los jueves se da sus masajes con final feliz!!! Y cuando le pregunta, lo niega!! Qué feo descubrir las dos caras de alguien a quien quieres tanto… Pero creo que en esos momentos es cuando se prueba la amistad.
Mi escena favorita es cuando Jennifer Connelly (guapísima!!) le pide hablar en la cocina después de su terrible “toast”. Me encantó su ecuanimidad y el respeto con el que “lo invita” a que le platique la razón por la que ha estado actuando raro. Me gustó muchísimo que nunca lo juzgó de loco, imprudente, peleonero, mentiroso. Nada. Con muchísimo respeto se mantuvo toda la conversación (wow, quiero ser como ella!!!).
Así que mi segunda escena favorita es cuando le da el anillo en el momento que menos se la espera, de la manera menos glamorosa. And he doesn’t even need to pop the question!!! Ella sabe y lo conoce tan bien que sólo dice “sí”. Aaaahhhh. ¿Así o más romántico? 
Otra escena que me hizo reflexionar es cuando Winona (Geneva) y Vince (Roonney) dicen su “secreto”. Yo la verdad sí creo que, en ocasiones, aplica el “ojos que no ven, corazón que no siente”. O mejor aún, “lo que no fue en tu año, que no te haga daño”. Sí, más bien éste último… ¿Para qué quieres saber los trapitos sucios de tu pareja? Mientras no te afecte… No digo que no cheques si es drogadicto o alcohólico o golpeador, porque eso sí te afecta, pero ¿a cuántas “se ha echado” al plato? Pues ni al caso.
Por último, me encanta la confianza que tiene Vince en su amigo y al mismo tiempo la confianza que éste logra al final de la movie (cuando mete la pelotita –o como se llame–­ del hockey). Desgraciadamente el matrimonio no se salva, pero la amistad sí. Me pareció que esto fue a causa del amor: en el matrimonio ya no existía, pero en la amistad sí. After all, he gets into so much trouble because of his friend and his happiness.
Lo único que me pesó fue que no llevé mis lentes, y vi todo medio borroso… aasshh! Así que quizá la vuelva a ver y saque nuevas conclusiones (de más escenas pues). Pero si tienen oportunidad, véanla y me dicen cuál fue su escena favorita o cómo reaccionarían si cachan a un cuernífero haciendo de las suyas.

jueves, 23 de junio de 2011

Ghostgirl Homecoming


Si me pidieran escribir un review para este libro, sería: “the pages practically turn themselves”, jijijiji! Bueno, mejor que “Two thumbs up”, no? 
La verdad es que me encanta leer este tipo de libros (cuyo target son chavitas entre 15 y 19 años; del cual –admito– que me salgo un poco) porque mi sueño es escribir uno más adelante, entonces tengo que ver cómo lo hace la gente exitosa, como Tooonya Hurrrley (aplausos!!!). 
Mi primer comentario “opinativo” es que a las protagonistas las ubico como de 13 años, no sé por qué. Entonces me hizo shock que dijeran una y otra vez que tienen 17 porque no me las imagino así. La verdad es que a Charlotte la amo, es una tipaza, y aunque no sé si sería mi amiga, me cae increíble. 
¿Por qué digo que no sé si sería mi amiga? Porque honestamente es demasiado gris. Es bueeena, bueeena... Pero siento que parte de su insatisfacción es haber vivido a la sombra de lo que pudo ser. Por otro lado, es bastante auténtica porque no se deja de nadie. Es muy noble, pero no es tonta. Hard mix to find nowadays. 
Me encanta que en cada capítulo Tonya escribe una frase de algún famoso (de distinta profesión) y después hace como una intro, que de verdad es sabiduría pura. Ojalá tengan oportunidad aunque sea de leer eso (si no les “llaman” los libros teen).  
El final me hizo llorar porque, la verdad, cuando todos los muertitos se reúnen con sus seres queridos, se me hizo malísima onda que Charlotte fuera la única que no :( Así que cuando le presentan a sus papás, me rayé!!!! :) 
Maddy, la nueva amiga, primero me caía increíble!!! Fue una gran decepción que no fuera el angelito bueno que yo creía, sino TODO lo contrario. Ah, también me fascinó ver a Scarlet enamorada!!! Y que su amor con Damen triunfa por sobre todas las cosas. La verdad es un tipazo. 
De Petula, ni hablamos!!! Me cae demasiado mal, me recuerda a muchas niñas wanna-be que he conocido en mi vida y SON PATÉTICAS!!! Me choca la gente borrega, que se cree que ni el cielo los merece... Lo peor es que a veces me recuerdan a mí cuando tenía 17 años!!! Cuando me gané el premio a “La Más Tirashit”, qué oso... pensar que lo enmarqué (digo, estaba feliz de haberme distinguido por algo!!). Lo bueno es que al final cambia un poco y da señales de querer ser más “humana”. 
La muerte de Virginia me da mucha ternura, más que por ella, por sus papás. No me imagino el dolor de perder una hija preciosa (en más de un sentido) por un accidente a tan pronta edad (creo que ella sí tenía 13, razón por la cual yo le tuve que bajar la edad –en mi cabeza– a 7). 
Creo que lo mejor del libro es que muestra una evolución en todos los personajes. Me parece súper interesante cómo logra mezclar la vida con la muerte, y cómo logra hacerlo con tanto humor y buena vibra. Me gusta que en la amistad de las protagonistas haya altas y bajas, porque así es en la vida real. 
Voy por el volumen 3, del cual por cierto viene incluida una probadita y se ve que está buenísisisimo :) 

lunes, 20 de junio de 2011

Y colorín colorado este cuento aún no se ha acabado

Desde “Juventud en Éxtasis” y “Un grito desesperado” (lo confieso: era fan de Cuauhtémoc Sánchez!!) no leía un libro tan rápido (lo leí como en 4 horas). 
El autor es Sensei Odín (así le digo ahora porque lo cito a cada rato en mis conversaciones) y de nuevo, mis respetos para su forma de narrar. El plus es que –como lo compré cuando fui a ver “¡A Vivir!”– está autografiado (jeje, sí, me creo mucho). 
Si tuviera que dar premios a los libros que he leído, éste sin duda ganaría “Escrito de la manera más original”. ¿¿Cuándo han visto uno que use cuatro tintas?? Lo cual siento que apela mucho a la inteligencia y flexibilidad del lector :) 
Además, el escritor no es dueño del cuento, ¡¡sino los personajes!! Lo más divertido es cuando lo cuestionan sobre sus dibujos, los capítulos y lo que dice, de verdad me reía en voz alta!!! Muy buena onda :) 
Asimismo (palabra dominguera utilizada de vez en cuando en este blog) me pareció súper original que en dos ocasiones pasa mucho tiempo entre capítulo y capítulo, pero onda muuucho, osea 10 y 15 años respectivamente. 
De “Y colorín colorado este cuento aún no se ha acabado” me gustó todo: desde la editorial, que se llama Disidente (tienen que leer la explicación sobre el nombre, está muy interesante), hasta el mensaje, que ooobvio es lo más importante. 
Yo, en honor a la verdad, no estoy a favor del divorcio, pero sí creo que la prioridad número 1 de cada quien debe ser cada quien. Es decir, puedo querer mucho a alguien, amarlo hasta los huesos, pero no puedo ignorarme (“pasar de mí”) para complacer a esa persona. Mmm, ¿cómo explicarme? Amor sí, sacrificios sí, donación y entrega sí; abuso no, violencia (física, psicológica y emocional) no, agresión no. Y siento que este libro habla mucho de esa parte, sobre la prudencia, el amor, el respeto y los lados A y B del miedo (no siempre es malo!!!). 
El capítulo 18 me hizo llorar :( Me dio mucha tristeza (y me proyecté cañón) cómo puede dar tantas vueltas la vida, que un día estás perfecto y al otro estás deprimidísima. Digo, las hormonas no cooperan, pero en general es complicado. Puedes estar perfecta y ¡pum!, te chocan o se te calienta el carro (como a mí hoy en la mañana). 
A lo mejor mis ejemplos sonaron medio superficiales. Pero la idea es la misma, y creo que si nos dejamos llevar por (o elegimos, más bien) el camino de la desesperanza, la tristeza, la ira, la melancolía, el miedo paralizador, te vas perdiendo... hasta que te pierdes cañón. 
Lo bueno que, como dice este libro, la vida no se acaba hasta que se acaba, y siempre hay tiempo para remediar, aprender, caerse, reaprender... y sin importar lo que pase (o lo que no pase) amar y amar sin límites hasta el final. 
** Por cierto, me dio mucha risa que el príncipe se llamaba Azul, jajaja, nada que a mi hijo le pongo así y le garantizo un peeegue!!!! 

miércoles, 15 de junio de 2011

El Eneagrama

Lo confieso: soy Mrs. Cursitos. Todo la vida me ha encantado tomar cursos de lo que sea, desde aerobics y cocina (aunque todavía se me quema el agua) hasta autoestima y eneagrama. 
Como la mayoría de la gente, no tenía idea de lo que era el Eneagrama, pero como me encanta aprender, me inscribí a un curso que daban (intensivo) en la Universidad Humánitas un sábado de 9 a 6. 
Ahí conocí (aunque ya había oído hablar de ella) a Andrea Vargas, autora del libro “El Eneagrama: ¿quién soy?”. Eso fue hace casi dos años y apenas terminé de leerlo!!! (eso sí que es decidia). 
Lo más padre fue que, gracias a mi trabajo, tuve la oportunidad de entrevistarla!!!! Y de verdad puedo corroborar que es lindísima, además de súper inteligente. La cereza del pastel fue la dedicatoria que me escribió :)  
Mi opinión sobre el libro es que es una excelente herramienta para conocerse a uno mismo, y si se es observador, también funciona para aplicarlo a los demás. 
Déjenme explicarles más o menos qué es, según como lo entendí: Dios diseñó 9 lentes de diferentes graduaciones para ver la vida. 
Entonces yo, por ejemplo, veo la vida con lentes 7. Mi novio usa lentes 4. Mi mamá quizá necesita lentes 2. Mi papá se me hace que utiliza lentes 8. Y así sucesivamente. Es más padre cuando identificas quién es qué número, se vuelve más interesante. Pero repito, hay que ser MUY observador y conocer realmente a la persona porque las apariencias engañan. 
El libro de Andrea me gustó (y lo recomiendo) porque está escrito de manera sencilla y en primera persona, lo cual me pareció magnífico porque no lo lees como si alguien te estuviera juzgando o criticando, sino que al leerlo en el tiempo YO, te puedes (o no) identificar con lo que describe. 
De cada personalidad explica las características que, en al menos un 70%, deben coincidir con la persona para que sea ese número (es fácil confundirse). Las caricaturas también están muy padres y ayudan mucho a ilustrar la manera de pensar de un número y otro sobre el mismo tema.  
Lo que más agradecí fue la descripción de las personalidades cuando éstas están sanas y equilibradas, a cuando están promedio o enfermas y desequilibradas porque son completamente diferentes. Es decir, un 7 “sano” (yo, jajaja, I wish) se comporta de manera muy diferente a un 7 “enfermo”. Importan mucho las circunstancias de vida, la etapa en la que se esté y la madurez que se tenga... 
Digo esto porque después de que identificas tu número, a lo mejor no te gusta. Y bad news!, no lo puedes cambiar, pero sí puedes mejorar. Porque cuando uno conoce sus puntos débiles, es más fácil controlarlos o moldearlos. Pero es muy importante que haya una real disposición de autoexplorarse y hacer ajustes, sino no tiene caso porque nada más te deprimes. 
Pero de verdad, hagan la prueba: compren y libro y autoobservénse para saber qué número son. Entérense de las posibles causas por las que se hicieron ese número, personajes que representan su personalidad, cómo perciben el mundo, qué buscan, a qué le temen, cuál es la imagen que quieren reflejar ante los demás, cuál es su queja interior, en dónde está su mente la mayor parte del tiempo, cuáles son sus virtudes y talentos, cuáles son sus mayores defectos y su punto ciego, cómo son por dentro en realidad, cómo deshacerse de ese juez interno, qué es lo que más les molesta de su personalidad, cómo son en su mejor y peor momento, cómo es su estilo de hablar, cómo es su lenguaje no verbal, qué país y qué animal representa su tipo de personalidad, qué es lo que más evitan, qué es lo que más les enoja, cuáles son sus alas, cuáles son sus flechas, cómo se comportan cuando están estresados o relajados, qué le atrajo a su pareja (de ustedes) que luego se convirtió en una pesadilla, cómo son en el trabajo... 
Les digo que está muy bueno!!!

lunes, 13 de junio de 2011

Veintidós Veintidós


¡¡Magnífica obra!! Ciertamente MUY parecida al monólogo “¡A Vivir!”, pero no por ello menos interesante, sino todo lo contrario. 
Muy centrada en el rollo de la responsabilidad existencial, quisiera compartir los 5 puntos que más me gustaron. 
1. El suicidio es una solución definitva para un problema temporal. El ser humano debe saber aplicar a su vida el término por ahora: “¡Soy muy feliz!”... por ahora, “¡mi vida es terrible!”... por ahora, “¡soy millonario!”... por ahora, “estoy desempleado”... por ahora. Lo único seguro en la vida es el cambio. 
2. Teniendo inteligencia, voluntad, libertad y la capacidad de sentir (amor, tristeza, ira, flojera, pasión, alegría), los seres humanos tenemos la mala costumbre de fijarnos ¿en qué creen? En lo que no tenemos, en lo que nos falta, en lo que no nos tocó... Ah, qué manía la nuestra... ¿Cuándo hemos visto a una zebra quejándose porque no “le tocó” ser león? ¿O a una mosca deprimirse porque no puede nadar? No es ser conformistas, es valorar el privilegio que tenemos como raza. 
3. No somos responsables de lo que nos pasa, pero sí somos responsables de la actitud que tomamos ante lo que nos pasa. ¿Cómo reaccionamos ante las circunstancias? ¿A qué decimos sí y a qué decimos no? Esas pequeñas decisiones, en los pequeños detalles, son las que hacen la gran diferencia. Tenemos que ser responsables de nuestro propia vida y dejar de culpar a todos, empezando por nuestros papás. 
4. No podemos sudar fiebres ajenas. Si la gente que está a nuestro alrededor no se quiere superar, no quiere auto-observarse para mejorar, no quiere ser feliz... ¡pues muy su problema! El primer paso para cambiar es querer, y querer es poder. Pero si ni siquiera quieres, si ni siquiera te interesa, pues qué pena. De lo único que somos dueños es de nosotros mismos (cabe recalcar que tampoco no somos dueños del planeta). 
5. Cada día es un milagro, una oportunidad para ser felices o infelices (nosotros elegimos), una nueva oportunidad para ser la mejor versión de nosotros mismos. Hay que aprender de nuestros errores, levantarnos el mismo número de veces que caemos, hacer uso de las herramientas que tenemos para superarnos, amar más; inyectarle el máximo amor posible a todo lo que hagamos, así podremos llegar al final de nuestra vida satisfechos de haber dado siempre nuestro 100 por ciento.  
Lo padre fue que después de la segunda función (a las 8 pm) hay un “debate”, al cual nos quedamos. Yo hice una pregunta (con micrófono en mano y todo) y Roberto otra (se aventó como el borras, pero también le contestaron), y se puso muy padre, súper interesante. De ahí todavía nos fuimos a cenar para discutir el punto porque de verdad que es de esas obras que te hacen pensar. Loved it!!! Si pueden, vayan, no se van a arrepentir :) 
Por cierto que también ya supe porque la productora de Odín se llama "Per Aspera Ad Astra"!!! Siempre me lo preguntaba y ya me enteré que significa “a través de las dificultades, hacia las estrellas”. Fue el lema elegido por la NASA para las misiones Apolo a la Luna y utilizada también por los presos de los campos de concentración alemanes. 

jueves, 9 de junio de 2011

All good things (Crimen en familia)

** If you haven’t watched it, don’t read this yet. 
Qué feo debe ser –en este momento– David Marks. Y lo digo porque aún vive. Así que ya me estoy imaginando a los vecinos, socios, compañeros del club sacándole la vuelta, llamándolo asesino a sus espaldas. Y nada de que “dañan su imagen”, como aquí el naco ese (perdón la palabra despectiva) de “Presunto Culpable”. 
En mi opinión, es una película que debe tener extractos de realidad rellenados con una buena dosis de imaginación; si no es así, no me explico cómo puede andar un asesino de este calibre libre por las calles. 
Lo primero que me llamó la atención es la personalidad del protagonista: introvertido y aislado, pero al mismo tiempo agresivo y caprichoso. En el Eneagrama sería un 8 desequilibrado completamente (para mayor referencia, leer libro de Andrea Vargas). 
La escena que más me impactó fue cuando la obliga a abortar. Oh, my dear God! Hubo un momento en que pensé que Kathy McCarthy se iba a escapar!!! Pero no lo hace y va al doctor y aborta!!! Pobrecitaaaa!!! Me dio muchísimo coraje. Ya desde ahí, ¿quién se queda con una pareja así? Porque no sólo es el aborto, es lo que denota :( Buh! 
Me gusta mucho que ella se enamora de él auténticamente porque ni siquiera sabía que era tan rico y realmente nunca pierde el piso. Después de todo, no es como ella es la millonaria, puesto que ni siquiera tiene para pagarse la carrera. Y es esa la razón que no le permite divorciarse. 
Una vez una amiga me dijo que la razón por la que entrabas en una relación (de cualquier tipo) influía mucho en el final de la misma. A lo mejor aquí no aplica tanto porque al principio ella sí estaba súper enamorada, pero después es más bien el interés profesional y económico el que impera en el matrimonio. 
Hay una escena en la que le dice que la deje en paz y llora, pero segundos después regresa a su casa. Y según la película es el último día de su vida :( La verdad yo creo que sí la mató. No creo que esté desaparecida. Pobres de sus familiares. Yo siempre he dicho que prefiero ver el cadáver, por más doloro que sea, a no saber si sigue con vida. Siento que lo has de ver a cada rato. Qué triste. Es un sentimiento que no le deseo a nadie, a pesar de que nunca (gracias a Dios) he tenido la desgracia de sentirlo. 
El otro asesinato que también me da mucho coraje es la del vecino... porque era su amigo!!! Lo aceptó (a David) como era, confió en él, creyó que era digno de su afecto. Claro que no era una perita en dulce (también era un asesino), pero hello??!! 
Y bueeeno, cuando mata al perro también sentí muchísima impotencia. Ni qué decir cuando (se sobreentiende) desconecta a su papá. ¿Qué clase de persona es? No importa cuán traumado estés, de plano te tiene que correr atole por las venas para ser capaz de tantos crímenes, cometidos con tal sangre fría. Dan escalofríos!!! 
Pero como dicen por ahí: “hay un Diooos que todo lo ve”. Y yo creo que toda la gente que obra mal termina pagando aquí y allá. Ejemplo: este cuate podrá tener todo el dinero del mundo, pero su infierno –aquí– está en la cabeza, en la soledad, en el rechazo, en la indiferencia. Y “allá”, pues hay justicia. 
Al final vamos a ser juzgados en el amor, y sus actos –en mi opinión– han sido todo menos amorosos. No puedo juzgar, pero puedo ver (en la película, obvio) que sus acciones han hecho infelices a muchísimos, y eso al final no se vale, y se paga. 
pd. por cierto, ¿¿qué onda con la traducción del título?? 

jueves, 2 de junio de 2011

Conferencia de Carlitos Páez

No sé si vivo en otro mundo o qué, pero jamás había escuchado la historia de los sobrevivientes de los Andes, que aparentemente es MUY conocida, pues se han hecho películas, documentales y han corrido ríos de tinta narrando lo que pasó. 
Ayer fui a la conferencia de Carlitos Páez, una de los 16 personas que logró vivir después de estar 72 días en la heladísima Cordillera de los Andes. Me gustó mucho su actitud: muy sencilla y down-to-earth. De hecho dijo que daba las conferencias sentado porque no se creía quién para estar parado, ya que para él era signo de superiodidad y que ahí todos éramos iguales. 
Después dijo que quería aclarar que él no traía un "mensaje" y que no era motivador, que no iba a estar yendo y viniendo en el escenario gritando: “tú puedes”, “eres lo máximo”, “piensa positivo”, sino que él simplemente contaría su historia, lo que le tocó vivir hace 38 años. 
Para los que no estábamos familiarizados con la historia (que él asume que todos los mexicanos lo estamos, y cuando tuvo el detalle de preguntar, la mitad del auditorio levantó la mano) empieza la plática con un video de lo que pasó. Son extractos de documentales y películas que reflejan, en un mínimo porcentaje según dijo, lo que vivieron aquellos jóvenes uruguayos en octubre de 1972. 
Acto seguido, platica que era jugador de rugby, que tenían un partido en Santiago de Chile, que al ser un viaje de dos días en autobús, deciden mejor volar en avión y que cómo para que les alcanzara (el avión era rentado) necesitaban 45 pasajeros. He ahí por lo que, además de los 15 que integraban el equipo, iban amigos, novias, mamás, etc. 
Cuenta que pernoctan en Mendoza por el mal tiempo y que al día siguiente reanudan el viaje. Dice que, por caprichos del destino, segundos antes del accidente le cede a un amigo su asiento junto a la ventana para que éste tomara fotos de la Cordillera. El compañero muere y él no. 
La historia la cuenta con bastante detalle, sobre todo al principio. Después se va más rápido y realmente nunca ahonda en el tema del “canibalismo”: que después de 10 días, al enterarse que no los buscaban más (a través de una mini radio), deciden comerse a sus compañeros de vuelo. 
Más bien, de hecho, dijo que cuando salió se dio cuenta que el canibalismo estaba entre nosotros: nos comemos a la gente para sobresalir, triunfar, tener un mejor puesto... puras vanalidades. Y dice que el Papa Paulo VI (ante el mito de la excomunión) les mandó una carta, de puño y letra, felicitándolos por su decisión, pues habían actuado como verdaderos cristianos, ya que venimos a vivir y no a morir. 
Pasa dos videos más, sobre la lista de sobrevivientes y las personas a las que les dedica la conferencia, y termina diciendo que la suya es una historia de HUMILDAD. Es en lo que más hace hincapié. Aunque también dice que durante esos 72 días tuvo una relación con Dios que jamás ha repetido, y que las situaciones límite son las que te llevan a valorar lo más importante que hay en la vida: la familia. 
En la sesión de preguntas y respuestas, me asombró cuando dijo que le tomó 30 años superar “del todo” el accidente, pues fue hasta el 2002 cuando empezó a dar conferencias. También presentó su libro y los símbolos: lo del día 10 y la cruz, que todo el mundo piensa como algo que debes tachar, evitar, eliminar, y él la ve como las alas del helicóptero que los rescató. Me gustó que terminó diciendo que sus dos hijos y cuatro nietos son el reflejo de que haber vivido esa tragedia, y haberla superado como lo hicieron, había valido la pena. 
Finalmente, dijo que año con año, el 22 de diciembre, se juntan los sobrevivientes a platicar –otra vez– de los recuerdos de la Cordillera (“Es una reunión de terapia anual”).  Se despidió no sin antes mencionar, nuevamente, que los hombres humildes dan resultados soberbios, mientras que los hombres soberbios dan resultados humildes.