miércoles, 4 de enero de 2012

The Blonde Theory

Barnes & Noble para mí es como una pastelería... ¡¡todo se me antoja!! Y aunque entré buscando el nuevo libro de Sophie Kinsella (que ¡oh sorpresa! sale hasta febrero), salí con algunos muy buenos, como éste: The Blonde Theory, de Kristin Harmel, el cual –debo mencionar– elegí (como es mi costumbre) por la portada. 
Debo decir que me gustó mucho el estilo de esta autora (es el primer libro que leo de ella). La novela en general también me encantó. No tiene el típico final feliz. NOTA: Si algún lector de este humilde blog tiene recur$o$ suficientes, le recomiendo que compre los derechos y haga una película... Estoy segura que sería LA comedia del verano. 
La historia es más o menos así: Harper Roberts es una abogada fregonsisísisisima (es partner de su despacho), estudió en una súper universidad, está muy guapa (es güera), tiene su propio depa en el Upper East Side de Manhattan, es fan de los zapatos (caros), tiene un grupito de 3 amigas súper padre (son muy unidas desde chiquititas), y el único problema en la vida –o por lo menos así lo parece– es que tiene 35 años... y está soltera. 
Por sus experiencias en cuanto a noviazgos pasados se refiere, Harper cree firmemente que los hombres se sienten amenazados por su inteligencia y su trabajo (gana MUY bien). Entonces, junto a sus amigas, intenta llevar a la práctica la Blonde Theory, que es muy sencilla: tiene más pegue una güerita medio tontis que una chava a la que sí le gira la piedra. 
No quiero contar el final, pero no es el típico en el que el príncipe azul llega a rescatarla, lo cual me pareció un buen toque (por lo menos original). Creo que el mensaje es un tanto feminista (en sentido positivo): una mujer puede ser feliz aún sin novio/marido, believe it or not. 
Claro que está padre estar enamorado, preocuparse y estar al pendiente de alguien, entregarse al 100%, tener con quien hacer el amor, hablar por teléfono por horas, mandarse mensajitos de todo tipo, pero si la persona adecuada no llega, pues no llega y punto. Tampoco se trata de andar, salir o casarse con el primer hombre que se acerca con tal de no estar sola. Esto creo que también aplica para los hombres, pero en el libro no es el caso, así que me enfocaré en mi sexo. 
En el libro, la protagonista vive muy a la sombra de su anterior noviazgo, que obviamente fracasó. Entonces queda muy siscada y la suerte –en honor a la verdad– no le sonríe en el aspecto romántico, y se vuelve como un círculo vicioso, entre el drama, la depresión, las decepciones, las citas, etc. 
No me quiero proyectar ni quiero balconear a nadie, pero creo que hoy en día habemos (jaja) muchísimas chavas monas, exitosas e inteligentes, solas. Y pues ni modo. Gracias a Dios la sociedad ha evolucionado y no todas nos casamos a los 25 ni a los 27 ni a los 29, sino después de los 30. Y no tiene nada de malo. “Ya llegará”, decimos por ahí (a little too much, maybe). 
Fuera de broma, una vez me puse a pensar que los dichos son sabiduría pura, y por algo se dice que “matrimonio y mortaja del cielo baja”. De nada sirve forzar las cosas. Yo creo que las relaciones más padres son las que fluyen sin tanto rollo; si resultan demasiado complicadas y requieren demasiado esfuerzo (que conste que no estoy diciendo que no impliquen sacrificio o desprendimiento), hay que dejarlas ir. 
Cabe resaltar que, siendo sincera, me identifiqué muy poquito con Harper, porque yo la neta la neta la neta ni tengo 35, ni tengo 3 amigas con las que me reúna a diario, ni gano tan bien (doy gracias por mi trabajo, pero así que digan híjole qué bruto me estoy haciendo millonaria, pues no), ni tengo mi propio depa, ni soy TAAAAN inteligente. Don’t get me wrong, según yo sí me gira la piedra, pero tipo esta cuata es un geniecillo :) 
Pero el punto más relevante es su ex novio, Peter: fue un patán, mientras que el mío fue un tipazo. Obvio no hablo de Roberto, sino de Daniel. Si hubiera un Oscar para Mejor Novio, él se lo ganaría by far. Pero bueno, lo nuestro no pudo ser :( y Dios sabe por qué y para qué pasan las cosas. Hay que confiar. 
Sí creo, eso sí, que para bien o para mal sí influye mucho quiénes nos han rodeado a lo largo de la vida. Yo, afortunadamente, he sido muy suertuda en ese aspecto porque todos mis exes me han querido mucho y me han tratado muy bien. Claro que hay los negritos en el arroz, pero bueno, we have to learn and move on. 
Siento que lo padre ha sido que de todos he aprendido qué me gusta y qué no soporto, qué tolero y qué me molesta, qué me hace feliz y qué me pone mal, con qué puedo vivir y con qué de plano paso sin ver. No se trata de buscar a alguien perfecto, pero sí a alguien perfecto para cada quien. Es decir, no busco a Mr. Right, busco a Mr. Right for me. And he has to be there, somewhere. I know. El chiste aquí es no desesperarse. 
Buena novela, la verdad sí me piqué. 

2 comentarios:

  1. Este libro me divirtió mucho... la autora es muy graciosa.

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  2. Sandy, ves porqué me caes taaaaan bien??? Tenemos los mismo gustos editoriales!!!! :) ¿¿Ya leíste el otro, el de How to sleep with a movie star?? Tmb lo compré. Me gustó mucho su estilo.

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